Presas, diques, azudes y cauces artificiales no solo son a menudo deficientes frente a un fenómeno natural que es inevitable, sino que contribuyen a empeorar las crecidas y a la pérdida de biodiversidad y de las funciones de los ecosistemas de rivera.
La llegada de aguas de intenso color turquesa procedentes del Odiel a las orillas de la ciudad de Huelva es un fenómeno espectacular que no ocurre diariamente. Las lluvias intensas tienen relación.
Las aguas de depuradora mantienen vivos a muchos arroyos y ríos de bajo caudal durante épocas de sequía, pero en poblaciones pequeñas no tienen por qué pasar ningún control. Microorganismos y plantas pueden ayudarnos a eliminar contaminantes.
La contaminación por vertidos urbanos y agrícolas, la construcción de presas y las sequías amenazan la supervivencia de las plantas acuáticas, fundamentales para la vida en ríos, lagos y humedales.
Los ríos temporales a menudo se perciben como entidades marginales que pueden interrumpirse con construcciones o contaminarse sin consecuencias. Pero estos cauces son una pieza fundamental del paisaje mediterráneo que debemos conservar.
La actividad humana está provocando la salinización de ríos, lagos y otros sistemas acuáticos. Este fenómeno afecta a la calidad de las aguas y tiene graves consecuencias para los seres vivos.
Muchos ríos mediterráneos desaparecen transitoriamente debido a la escasez de lluvias, pero otros mueren debido a la sobreexplotación de los acuíferos.
Los hidrólogos no están satisfechos con los modelos de predicción de avenidas ni con la capacidad de estas herramientas para predecir la evolución de los fenómenos hidrológicos.
Meritxell Abril, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Identificar las fuentes de estos contaminantes, los factores que influyen en su transporte y su efecto en los ecosistemas acuáticos permitirá desarrollar estrategias para reducir su acumulación.
El agua de los ríos Tinto y Odiel tiene un pH muy ácido y transporta muchos elementos tóxicos como arsénico, cadmio y plomo debido a los lixiviados de las minas de sulfuros.
El 14 de marzo se celebra el Día Internacional de Acción por los Ríos. Es necesario frenar el deterioro que sufren a causa del hombre, mejorar el estado de los ecosistemas acuáticos y promover un uso sostenible del agua.
La capital del país nació en un lago, el cual después fue secado, y sus ríos, entubados. Esto, a pesar de haber ocurrido hace bastantes años, representa graves problemas para las personas.
Las crecidas e inundaciones en el Bajo Guadalquivir son un fenómeno histórico cuyo riesgo potencial ha aumentado en los últimos años debido a la acción del hombre.
Factores como el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero de las operaciones de extracción, distribución y tratamiento del agua empeoran el calentamiento global.
Los caudales de los ríos del Golfo de Bizkaia han disminuido en las últimas décadas, una tendencia que se acentúa en otoño, que seguirá siendo la época más afectada en el futuro.
Las tormentas grandes que traen mucha lluvia pueden restaurar el balance natural entre los peces nativos y las especies importadas, según informa un nuevo estudio del Caribe.
La escasez y baja calidad de la hojarasca de los eucaliptos, así como la frecuencia de sus talas, afectan a las comunidades de invertebrados, hongos y peces que habitan en torrentes y grandes ríos.
Arturo Elosegi, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Los embalses retienen los sedimentos fluviales, cambian el régimen hidrológico del río y suponen una barrera a la migración de especies como las truchas y los salmones.
Hacer al Rio Grande grande otra vez sería bueno para el medioambiente fronterizo y costaría mucho menos que el muro propuesto por el Presidente Donald Trump.