Ignasi Belda, Universitat Internacional de Catalunya
El modelo fiscal debe cambiar para adaptarse a la economía digital y así garantizar a las haciendas públicas una recaudación de tributos justa, solidaria y equitativa.
El número de ‘influencers’ crece, el mercado se satura, aumenta la competencia y bajan sus ingresos. Además, hay poca transparencia informativa y están sujetos a cambios en las plataformas digitales.
En este artículo de la revista Telos, el autor expone los efectos que la tecnología tiene en el empleo y el reto que supone para el sistema educativo formar a personas cualificadas para las nuevas profesiones de la era digital.
Los negocios del mundo digital gozan de la falta de adaptación de la normativa fiscal a las nuevas realidades tecnológicas. Algunos países han intentado paliar este fallo estableciendo impuestos a los servicios digitales. Pero el resultado no ha sido bueno.
En la última reunión del G20 se anunció una tributación mínima global. Es una buena noticia: la fiscalidad internacional será más justa a medida que lo sea el reparto de la riqueza.
Bajo la coordinación del G20 y la OCDE, 132 países se han comprometido a abordar los retos fiscales que plantea la economía digital a nivel global. Desarrollar este acuerdo traerá enormes cambios en la recaudación tributaria de los países.
La tecnología ha revolucionado nuestra forma de vivir. Tenemos una calidad de vida inédita, a pesar de las desigualdades. Pero tiene un precio: nuestro estilo de vida es más sedentario y menos sano.
Una multinacional tributa en el país donde tiene sucursales o tiendas, pero esta premisa no encaja en el mundo digital, donde se puede estar presente en un país sin tener ninguna presencia física.
La transformación digital de un modelo de negocio no es solo cuestión de tener más ordenadores, una página web más completa, con carrito de compra o más servidores. Exige también cambiar la forma de crear valor.
Iñaki García Diego, Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM-CSIC); Carlos Capdevila Montes, Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM-CSIC); Francisca G. Caballero, Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM-CSIC), and Juan J. de Damborenea, Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM-CSIC)
Por su flexibilidad y polivalencia, la fabricación aditiva puede ser competitiva económicamente en zonas con poca población y momentos de crisis, como hemos comprobado durante la actual pandemia.
Las aplicaciones de aprendizaje de idiomas han puesto en la punta de nuestros dedos un método barato y fácil de familiarizarnos con idiomas extranjeros. Pero no ofrecen un aprendizaje más especializado, contextualizado o profundo.
El despliegue de las nuevas redes de comunicaciones 5G está poniendo de relieve la existencia de una competición geopolítica por el control e implantación de las nuevas tecnologías.
La economía digital ha creado millones de puestos de trabajo que implican una intensa competencia, condiciones de trabajo no reguladas y salarios extremadamente bajos.
Profesor de Investigación. Especialización en Corrosión y Funcionalización de Superficies, Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM-CSIC)