La población alemana se transformó bajo el nazismo en una “sociedad espectadora”, incluso antes de que las condiciones de los tiempos de guerra normalizaran los actos de extrema violencia.
Orly Weintraub Gilad con el número de Auschwitz de su abuelo, A-12599, tatuado en el brazo.
John Jeffay para The Conversation
A medida que el Holocausto desaparece de la memoria viva, este tipo de conmemoración encarnada garantiza que la gente siga hablando de lo que ocurrió.
Alemanes se agolpan alrededor de un camión lleno de libros “no alemanes”, confiscados de la biblioteca del Instituto de Ciencias Sexuales, para ser quemados por los nazis.
United States Holocaust Memorial Museum, courtesy of National Archives and Records Administration, College Park
Tras el ascenso del nazismo, muchos escritores alemanes tuvieron que huir a América.
Traslado de pacientes de la residencia de ancianos “Schloß” de Bruckberg, gestionada por la Institución de Diaconisas de Neuendettelsau, a sanatorios y residencias de ancianos estatales en el marco del programa de eutanasia “Aktion T 4”.
Pressestelle der Diakonie Neuendettelsau
Hace ochenta años, el 14 de julio de 1943, el gobierno de Hitler aprobó una ley con el objetivo de esterilizar a personas que eran consideradas biológicamente inferiores.
Fotograma de la película ‘El año que dejamos de jugar’, adaptación cinematográfica de la novela ‘Cuando Hitler robó el conejo rosa’.
FilmAffinity
Se cumplen cien años del nacimiento de Judith Kerr, autora de referencia en la literatura infantil y juvenil, gracias a los libros ‘El tigre que vino a tomar el té’ o ‘Cuando Hitler robó el conejo rosa’.
Clientes del Eldorado, un popular cabaret LGBTQ de Berlín durante los años de Weimar.
Herbert Hoffmann/ullstein bild via Getty Images
Stalingrado, hoy Volgogrado, es símbolo de la resistencia rusa y del fracaso nazi. Numerosos libros, novelas y películas han inmortalizado aquella cruenta y larga batalla.
Fotograma de la versión cinematográfica de la profética novela de 1922 de Hugo Bettauer La ciudad sin judíos.
Barbican
“Los versos satánicos” no ha sido la primera novela, ni será la última, que ha provocado la ira de un fanático que no conoce los matices de la literatura. El nazismo también nos da algunas claves.
El libro ‘Maladie de Famine’ incluye fotos inquietantes tomadas dentro del Gueto, juntas con un record de los efectos médicos de la inanición.
'Maladie de Famine," American Joint Distribution Committee
El libro registra los sombríos efectos de una falta casi total de alimentos en el cuerpo humano. Es un tesoro para los médicos que también muestra la dedicación y humanidad de los científicos judíos.
Portada de Daredevil Battles Hitler de julio de 1941.
Wikimedia Commons / Charles Biro & Bob Wood
No solo el cine, la literatura o el teatro recurren explícitamente a la estética y a la narración de los hechos que acaecieron durante el nazismo, sino que pervive implícitamente, silente, en nuestro día a día.
Mansión en Berlín-Wannsee, Alemania, también conocida como la Casa de la Conferencia de Wannsee.
A. Savin / Wikimedia Commons
En una villa del barrio berlinés de Wannsee se reunieron hace 80 años jararcas nazis para programar lo que dieron en llamar la “solución final” o exterminio del pueblo judío. Una reciente película testimonia las actas de tan macabra reunión.
Rita Hayworth y Glenn Ford hablando con Steven Geray en ‘Gilda’ (1946).
IMDB / Columbia Pictures
En ‘Gilda’ no hay solo una historia de amor o un baile sensual con un guante. El trasfondo de la trama habla de la huida a Argentina de algunos de los mayores criminales del siglo XX.
La autora ruso-ucraniana Natascha Wodin reconstruye en su novela ‘Mi madre era de Mariúpol’ la historia de su madre, que nació en 1920 y se quitó la vida en 1956 en Alemania, cuando su hija tenía once años.
Una estátua conmemora la hambruna en la que murieron millones de ucranianos.
A statue of a girl during the Ukrainian famine, in which someone has placed wheat and flowers.
Ucrania, una vez conocida como el granero de Europa, sufrió una hambruna terrible bajo Stalin. Este desastre, entre otros, perjudica las relaciones modernas entre los dos países vecinos.
Albert Einstein y Sigmund Freud.
Wikimedia Commons
En su intercambio epistolar, Einstein y Freud reflexionan acerca de la inevitabilidad de la II Guerra Mundial. Observan la pulsión destructiva inherente a los humanos, y lo difícil que es evitarla.
Un miembro uniformado de las SA nazis y un estudiante de la Academia de Ejercicio Físico examinan materiales saqueados de la biblioteca del Dr. Magnus Hirschfeld, director del Instituto de Ciencias Sexuales de Berlín, el 6 de mayo de 1933.
Museo Estadounidense Conmemorativo del Holocausto / Wikimedia Commons
El expolio nazi movilizó una parte considerable del patrimonio cultural europeo. Esta operación de pillaje abarcó mucho más que la pintura y los judíos no fueron sus únicas víctimas.
Entrada a Auschwitz II-Birkenau.
Diego Delso / Wikimedia Commons
La última placa que se colocó en el Monumento Internacional a las Víctimas del Campo está escrita en judeoespañol, en recuerdo de los miles de judíos sefardíes que perecieron en Auschwitz.
Judíos húngaros subiendo a un tren que les llevaba a Auschwitz.
Ya Vashem
¿Hay algún aire de familia entre los principios propagandísticos enunciados por Goebbels y las directrices de la infodemia que nos asola? De ser así ¿no convendría tomar nota y desintoxicar internet?
Hannah Arendt fotografiada por
Barbara Niggl Radloff en 1958.
Wikimedia Commons
Profesor de Investigación. Grupo "Filosofía Social y Política" (FISOPOL). Jefe del Departamento de Filosofía Teórica y Práctica, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor de Psicología Criminal, Psicología de la Delincuencia, Historia de la Psicología, Perfilación e investigador psicosocial. Experto en historia de la novela gráfica., Universidad Camilo José Cela