Para que los ciudadanos puedan seguir disfrutando de servicios públicos tan esenciales como la sanidad y la educación, el modelo de financiación autonómica debe ser, sobre todo, justo y solidario.
¿Qué ha ocurrido desde que se popularizó el término “consenso” en la transición? Un recorrido por su historia recuerda que el país necesita recuperar un proyecto integral para España, una política de Estado que supere el partidismo y el particularismo.
40 años después de la puesta en marcha del Estado de las Autonomías, España, un Estado que se dice descentralizado, sigue concentrando en Madrid el empleo público estatal y la inversión en infraestructuras estratégicas.
La opción de la supresión de las autonomías no parece ni viable ni sensata, según plantea la autora, que no obstante defiende una mayor racionalización del actual sistema, evitando duplicidades en la gestión y aumentando la coordinación entre administraciones.