Para la pensadora Simone Weil el trabajo era filosofía, pensamiento, mística. Vale la pena revisar su ideario ahora que las nuevas tecnologías amenazan con cambiar el concepto de trabajo.
El pesimismo, tal y como lo exploró el filósofo Schopenhauer, ofrece herramientas para aceptar la idea de que negarse a perseguir implacablemente la felicidad es quizá la actitud más razonable.