El Gobierno español ha aprobado el decreto que equipara los derechos labores de los trabajadores de hogar con los del resto. Por fin podrán cobrar el paro y ver mejorada la indemnización por despido improcedente.
La aplicación del ingreso mínimo vital en España no ha tenido el alcance esperado debido a dos motivos: su diseño restringe y dificulta el acceso a la prestación y por los problemas implícitos en este tipo de ayudas (condicionalidad, costes, estigmatización).
El ingreso mínimo vital se mueve entre dos corrientes contrarias: una, proteger a las personas en situación de vulnerabilidad económica; otra, evitar fraudes en su percepción.
El estado de bienestar sigue siendo la única herramienta capaz de articular los ideales combinados de eficiencia productiva, igualdad de oportunidades y solidaridad colectiva.
Se acaba de aprobar en Consejo de Ministros el IMV, un ingreso basado en el principio de la necesidad, que se percibe según el nivel de renta. ¿Es este subsidio una competencia estatal o autonómica?