El Océano Atlántico sigue creciendo físicamente, pero los humanos estamos sobreexplotando sus ricas pesquerías. La especie más famosa -el bacalao del Atlántico Norte- se ha convertido en un ejemplo de libro de sobrepesca perjudicial.
Ramiro Logares, Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC)
Aún quedan por resolver muchas incógnitas sobre los organismos unicelulares para comprender cómo el cambio global podría afectar a la microbiota de la Tierra y las consecuencias que tendría para el funcionamiento de la biosfera.
Hemos estudiado el curioso proceso de emparejamiento de las diatomeas pennadas, un grupo de organismos reguladores del clima que abundan en el océano, aunque no pueden nadar.
Los licenciados y graduados en Ciencias del Mar u oceanógrafos de formación no son biólogos marinos, sino profesionales con un perfil muy diferente del que se asocia con la imagen de Cousteau.
Hemos descubierto que, a pesar de no generar anticuerpos, los mejillones mejoran su respuesta inmune ante el mismo patógeno después de infectarse dos veces.
En los últimos años se ha demostrado que los microorganismos del fitoplancton oceánico juegan un papel esencial en los ciclos globales del carbono y del oxígeno.
Eve Galimany, Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) et Elena Marco-Herrero, Instituto Español de Oceanografía (IEO - CSIC)
En zonas marinas cercanas a áreas muy pobladas con rutas de navegación transitadas, la basura puede suponer hasta el 38% de la captura en la red de pesca.
Johan Etourneau, Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT - CSIC)
El calentamiento del océano debido al cambio climático ha tenido un papel determinante en el retroceso de las plataformas de hielo que rodean la península antártica.
El suelo oceánico contiene información única sobre la historia de la Tierra. Las perforaciones científicas en los océanos, que comenzaron hace 50 años, han permitido comprender mejor el cambio climático, los riesgos geológicos y las condiciones clave para la vida.