Formar un equipo de gobierno en torno a un presidente no es una tarea sencilla. Conocer al equipo que le rodea es clave para saber cómo va a ser su política. A veces hay personas de confianza que restan popularidad al líder.
Tras el triunfo por mayoría absoluta del Partido Popular en las recientes elecciones de Andalucía, varios expertos argumentan si estamos ante un cambio de rumbo en la política española.
Las tendencias de fondo que venían alterando la composición del mapa electoral de Andalucía se han conjugado entre sí como una tormenta perfecta para dar lugar a este vuelco electoral.
El Partido Popular de Andalucía encarnado en Juan Manuel Moreno Bonilla logra la mayoría absoluta en las elecciones al Parlamento andaluz haciendo que Vox sea innecesario para gobernar. El PSOE se debilita, entre la división a la baja de las opciones a su izquierda.
Los resultados de las elecciones en Andalucía dibujan unos escenarios que no necesariamente son extrapolables al resto de España. El PP ha triunfado, pero sigue siendo débil en algunos territorios.
La reciente renovación de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional que elige el Congreso de los Diputados evidencia una vez más la necesidad de pactos entre los principales partidos que se traduce en un “sistema de cuotas” en función de la fuerza parlamentaria de cada uno de ellos.
¿Hasta qué punto tenemos una percepción errónea sobre los partidos ajenos y
sus seguidores? Los datos de la Encuesta Nacional de Polarización del Grupo Especial de Investigación CEMOP demuestran que existe una brecha de percepción, de una falsa polarización, más presente entre los votantes de izquierda.
¿Puede suponer esta formación una seria amenaza para la convivencia ciudadana? Cuatro jóvenes investigadores han radiografiado al partido que preside Santiago Abascal y a sus votantes.
Los indultos a los políticos catalanes presos no tienen relación alguna con el programa ideológico de los socialistas, pero les pasarán una abultada factura electoral que puede malograr la reválida de Pedro Sánchez en las próximas elecciones generales.
En elecciones generales de 2016 y 2019 en España los candidatos no utilizaron Twitter como herramienta para el intercambio de posiciones y la confrontación de ideas con otros partidos, sino como caja de resonancia para sus mensajes, buscando el eco y la viralización.
Se cumplieron todos los vaticinios e Isabel Díaz Ayuso arrasó en las elecciones de la comunidad madrileña y le bastará con la abstención de Vox para gobernar. El PSOE se asoma al abismo, tras ser superado incluso por Más Madrid. Unidas Podemos sube, pero Pablo Iglesias anunció su retirada de la política activa, y Cs certifica su defunción.
Los gestos y la forma de hablar son responsables de un 93% de la transmisión de un mensaje. Analizamos la credibilidad, eficacia e influencia que transmite cada candidato de manera no verbal.
No deja de ser irónico que el CGPJ se configurara en la Constitución como una institución para defender la independencia judicial y siempre aparezca en el foco del debate político.
Si queremos reducir o eliminar el efectivo en España, es necesario contextualizar y comparar sus niveles de uso actuales en nuestro país y en el resto de estados europeos.
Los comicios del domingo confirman la vuelta a un sistema de tres partidos, con la posición hegemónica del PP en el espectro político del centro-derecha, un nacionalismo otra vez fuerte en Galicia y un PSdeG que afronta otra recomposición.
Las coaliciones se han convertido en un fenómeno político indiscutible en los últimos años. Cada vez más los partidos tienden a adoptarlas, pero no siempre son tan fructíferas como pretenden.
La nueva vicepresidencia debe afrontar una serie de retos, todos ellos con solución, todos ellos generadores de riqueza, pero cuya superación va a exigir trabajo duro y constante.