Los ciudadanos españoles tienen en el artículo 31 de la Constitución el claro mandato de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos “de acuerdo con su capacidad económica”.
La rentabilidad de las empresas creadas por personas con discapacidad intelectual no debe considerar sólo sus resultados económicos sino también los sociales.
¿Cómo repartir los recursos disponibles en la sociedad, cuáles deben ser los criterios para establecer impuestos, cómo reconocer y gratificar la aportación de los individuos al colectivo?
Uno de los objetivos de la reforma laboral recién aprobada es reducir la exacerbada y endémica temporalidad que caracteriza al mercado laboral español.