40 años después de la puesta en marcha del Estado de las Autonomías, España, un Estado que se dice descentralizado, sigue concentrando en Madrid el empleo público estatal y la inversión en infraestructuras estratégicas.
En los países con amplia descentralización fiscal, y España es uno de los más avanzados en este sentido, resulta muy aconsejable que los ciudadanos sepan a qué administración pagan sus impuestos.
Kenia implantó en 2010 un modelo de descentralización tras cuatro décadas de gobierno centralista. Una década después, el país está más unido, pero el desarrollo es todavía desigual.
Periodista e investigador especializado en África Subsahariana, Navarra Center for International Development, Instituto Cultura y Sociedad, Universidad de Navarra