Estos cefalópodos, que se encuentran en los mares y océanos de todo el mundo, tienen una excepcional capacidad de aprendizaje, defensa y ataque.
Estos animales son más complejos de lo que a menudo se cree. De hecho, tienen más en común con nosotros de lo que nos gustaría admitir.
Los estudios de inteligencia animal en las granjas plantean cuestiones éticas sobre cómo tratar a estos seres vivos.