La tecnología de internet de las cosas contribuye a mejorar la gestión urbana y su sostenibilidad, por ejemplo, reduciendo el consumo de agua y optimizando la recogida y el transporte de residuos.
¿Qué podemos hacer con los casi 250 kilos de basura orgánica que produce cada persona en una ciudad? Las biorrefinerías proponen convertirlos en recubrimientos, plásticos biodegradables y fertilizantes, entre otros productos.