Los desequilibrios territoriales han comenzado a adquirir nuevas dimensiones en la última década. Regiones de España quedan en un segundo o tercer plano, afectando a la cohesión social y territorial.
Los nuevos servicios de movilidad urbana deberían cumplir las normas de circulación, pagar multas si no lo hacen y estacionar de forma correcta en aparcamientos delimitados para ellos o de pago.
Aunque algunas urbes desarrollan ya medidas para mitigar el impacto del calentamiento global, en su mayoría son insuficientes, no funcionan y no tienen en cuenta a la ciudadanía.
Las plantas y espacios verdes contribuyen a reducir el ruido y la contaminación, paliar el calor y cambiar nuestros hábitos de movilidad hacia modos más activos y sostenibles.
Las especies arbóreas cumplen una función estética y social, pero también proporcionan valiosos servicios ambientales: producen oxígeno, filtran partículas y secuestran dióxido de carbono.
Tráfico “inducido” o “suprimido”, un fenómeno ampliamente documentado que refleja la adaptabilidad de los usuarios, no está incluido en los modelos de tráfico.
La transición hacia ciudades más habitables, resilientes y verdes exige implementar modelos urbanos proyectados con la naturaleza que favorezcan la interconexión y la proximidad.
Con motivo del Día Mundial de las Ciudades este 31 de octubre, la autora nos habla sobre el urbanismo paisajístico y los proyectos basados en la naturaleza frente al cambio climático.
Los patrones de transporte de hombres y mujeres son diferentes debido a factores como los tipos de trabajos que ellas suelen desempeñar y su papel en el cuidado familiar.
La expansión del espacio urbano debe responder a principios ecológicos, acotando el número máximo de viviendas según las infraestructuras y garantizando entornos sostenibles, saludables y de cohesión social.
Hacer un buen diagnóstico del estado de una urbe mediante indicadores de sostenibilidad permite establecer un punto de partida para rediseñarla y hacer las mejoras oportunas en cada caso.
Iniciativas como aumentar las zonas y cubiertas verdes y construir drenajes urbanos, además de las medidas para reducir el transporte individual, contribuyen a hacer las ciudades más resilientes.
Las comunidades gay en los EEUU estaban bien equipadas para dar servicios sociales y de salud al principio de la pandemia actual, cuando la respuesta COVID-19 del gobierno se retrasó.
La masificación de las ciudades es la consecuencia de la despoblación del campo. Pero existen problemas a ambos lados: tanto el mundo urbano como el rural deben adaptarse a los cambios.
Investigadora responsable de diseño arquitectónico en Fundación Matia, Doctora por la Universidad Politécnica de Madrid, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)