La pandemia ha agravado muchos de los problemas de los mayores, como la soledad y la dependencia. Las nuevas tecnologías y la innovación social ofrecen una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
El miedo y el entretenimiento alientan a las personas a aceptar renunciar a sus derechos civiles por razones de salud.
A la izquierda, hospital de campaña instalado en IFEMA, Madrid, que recibió pacientes de COVID-19 entre el 21 de marzo y el 1 de mayo de 2020. A la derecha, hospital de emergencia instalado en Camp Funston, Kansas, en 1918.
RTVE / Otis Historical Archives
Las pandemias de gripe de 1918 y de la COVID-19 guardan similitudes y diferencias. Constatarlas nos debería animar a trabajar para corregir las desigualdades y reflexionar sobre los cambios para lograr la sostenibilidad. El desarrollo científico-médico y tecnológico es necesario, pero no suficiente para evitar catástrofes como la actual crisis sanitaria.
La pandemia de COVID-19 nos ha devuelto la conciencia de vulnerabilidad. Para los sanitarios, cuidar (además de curar) a los enfermos en estas condiciones ha sido especialmente difícil.
Una de las caras más duras de esta pandemia está siendo la separación de abuelos y nietos. La soledad de los mayores, alejados de sus seres queridos, puede causarles graves problemas emocionales. Sin embargo, también puede suponer un momento para descansar y fortalecer la relación de familia.
Jordi Cabot, UOC - Universitat Oberta de Catalunya
Los bots pueden ser la primera línea de choque contra una pandemia y ayudar a evitar el riesgo de colapso del sistema sanitario. Deben reunir una serie de características para cumplir con esta función.
Las ciudades podrían y deberían tomar medidas para convertirse en ciudades neutras de carbono, más habitables y más saludables al cambiar sus dinámicas de planificación urbana y de transporte.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, preside la reunión del Comité Técnico de Desescalada en.
La Moncloa, Madrid, jueves 30 de abril de 2020.
Pool Moncloa / J.M. Cuadrado
La estrategia de comunicación del Gobierno ha variado desde que comenzó la crisis del coronavirus. De un único portavoz técnico se ha pasado a una multitud de portavoces ¿Cuál de estos dos modelos es más acertado? ¿Hay algún otro modelo más recomendable?
El economista Jeremy Rifkin (Foto: Elvira Mejías)
TELOS / Elvira Mejías
“Tenemos que poner en marcha la Tercera Revolución Industrial y cambiar el mundo. Hacerlo ahora y rápido”, afirma Jeremy Rikfin, inspirador y promotor de una transformación radical del modelo económico y social sobre la base de un acuerdo ecológico global, el llamado "Green New Deal".
Sanitarios del Hospital Carlos Haya de Málaga el 11 de abril de 2020.
VicaPhoto / Shutterstock
Desde el inicio del confinamiento, cada tarde nos damos cita para aplaudir al personal sanitario desde nuestros balcones. ¿Hasta qué punto existe un reconocimiento social real a estos profesionales?
En plena pandemia del coronavirus, el FMI acaba de publicar un informe demoledor sobre las previsiones económicas mundiales. Paradójicamente, parece que serán los países menos desarrollados los que logren recuperar antes la senda del crecimiento. La economía española resulta de las peor paradas.
La reducción de la contaminación y de los accidentes de tráfico son datos positivos, pero faltan alternativas para permitir la actividad física al aire libre minimizando el riesgo de contagio. El coche debería ceder sus espacios a la bicicleta y al peatón.
Es arriesgado pensar que la pandemia, por sí sola, sin una estrategia a medio y largo plazo deliberada, vaya a transformar el actual modelo socioeconómico.
Cuestiones como el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad están relacionadas con la situación de crisis que vivimos. Tengámoslas en cuenta.
La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia las malas decisiones económicas de Europa, que darán poco margen de maniobra para ayudar a la recuperación.
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Profesora del Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología. Psicóloga y Supervisora en la Unidad de Terapia de Conducta, Universitat de Barcelona