Posponer un cambio de dirección en el Partido Popular acentuaría las diferencias internas, incomprensibles para el electorado que sale disparado hacia otras opciones políticas, y anticiparía un reguero de dimisiones de quienes abandonan la nave a la espera de nuevas oportunidades.
La crisis generada por una investigación por supuesta corrupción abierta desde el partido a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, acabará favoreciéndola en lugar de desprestigiarla.
En el ámbito nacional pero también europeo resulta indispensable la superación de la actual situación caracterizada por una ingobernabilidad creciente que ya resulta insostenible por más tiempo.
A pesar del escenario marcado por la sentencia del “procés”, los resultados entre los bloques no han sido excesivamente distintos. Pero sí existen diferencias entre estas elecciones y las anteriores.
Las elecciones generales ofrecen un enorme castigo a Ciudadanos y un notable incremento de Vox. El PSOE ha perdido más de 700.000 votos y el PP ha recuperado 22 escaños. Seguimos teniendo un parlamento fragmentado y ninguna mayoría clara.
Las nuevas elecciones generales dibujan en España un complejo panorama en el que se asienta el multipartidismo con un importante componente ultraderechista.
El único debate entre los principales candidatos previo a las elecciones generales que se celebran en España el 10 de noviembre fue muy largo y mostró que un pacto de izquierdas resultaría inviable.
Podríamos preguntarnos, ¿qué pretenden nuestros oradores? Ni más ni menos que modificar los conocimientos del interlocutor o hacerle reaccionar en una determinada dirección.
Debatir es una técnica dialéctica clásica cuyo efecto determinante no está del todo claro. Pero los candidatos, sea como sea su oratoria o argumentación, deben participar. Debatir es tan necesario como el programa de gobierno.
La campaña de las elecciones generales del próximo 28 de abril se ha articulado alrededor de dos debates televisivos. La televisión importa y centra porque es capaz de agitar la estrategia, las decisiones de los candidatos y el estado de ánimo de los votantes
Buscan afianzar a los leales y movilizar a los indecisos. En España hay poca tradición de debates electorales, pero los electores parecen más influidos por lo que dicen los medios que por el debate en sí.
Profesora adjunta de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Departamento de Traducción e Interpretación y Comunicación Multilingüe, Universidad Pontificia Comillas