La patata, como otras palabras de origen americano, se ha con vertido en mucho más que un ingrediente culinario. Su etimología y evolución nos cuentan parte de la historia de Europa.
La nacionalidad se define por un conjunto de parámetros legales. Pero investigación psicológica demuestra que la percepción de ciudadanía puede influirse por otros factores como la raza y el idioma.
El uso de términos en inglés sube sin parar entre los jóvenes y adolescentes de habla hispana. Se debe a una presencia constante de lo anglosajón en productos, hábitos, moda, deportes y redes sociales.
Quienes rechazan la invasión de anglicismos podrían observar el ejemplo del inglés: miles de “préstamos” de cientos de idiomas (el español uno de los más presentes) no ha limitado su fortaleza, más bien al contrario.
Diferenciar los sonidos vocálicos (mucho más numerosos que en español), la diferente acentuación de las sílabas, y el énfasis de cada palabra dentro de una frase, son aspectos más importantes que las formas verbales para que nos entiendan.
Manuel Carreiras, Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL)
No cabe duda de que ser bilingüe reporta beneficios en este mundo global interconectado. Lo que parece discutible es que, a nivel cerebral, manejar varios idiomas suponga una ventaja cognitiva.
Las aplicaciones de aprendizaje de idiomas han puesto en la punta de nuestros dedos un método barato y fácil de familiarizarnos con idiomas extranjeros. Pero no ofrecen un aprendizaje más especializado, contextualizado o profundo.
La mayoría de los deportes que practicamos en España son importados del mundo anglosajón. Por motivos como sus connotaciones positivas o brevedad, tendemos a usarlos sin buscar equivalente en español.
Todos tenemos un acento. Incluso aquellos que piensan que no tienen acento porque hablan una variedad estándar, tienen acento. El uso que hacemos de la variedad o variedades lingüísticas con las que crecemos está impregnado de elementos característicos de la comunidad que nos rodea. En otras palabras, hablamos como nuestros semejantes.
A pesar de lo que le diga su pediatra o su logopeda, los estudios científicos demuestran que cuanto antes aprendan los bebés un segundo o tercer idioma, mucho mejor.
Con frecuencia tendemos a dar más importancia al inglés que al francés. Pero esta lengua, la quinta más hablada, reivindica su lugar en el sistema educativo. ¿Sabía, por ejemplo, que el 60 % de los hablantes de francés se encuentran en África?
El mandarín y el árabe, aparte del inglés, son las segundas lenguas extranjeras más útiles que deberíamos aprender los hispanohablantes. Hay excepciones, dependiendo de las necesidades específicas de nuestro trabajo.
La cuestión no es ya si el lenguaje y otras áreas cognitivas están fuertemente relacionadas o no, sino más bien cuáles son los límites de estas relaciones.
La comunicación escrita, cuando se hace correctamente, da una buena imagen de quien escribe. Por el contrario, hacerlo de forma incorrecta puede suponer incluso la pérdida de un posible empleo.
A pesar de ser imprescindible para encontrar un trabajo, el nivel de este idioma en España es muy bajo. Analizamos las causas que han hecho que esta lengua todavía sea una asignatura pendiente.
Marcos Cánovas, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
La elección del doblaje como modalidad de traducción audiovisual excluye el contacto con la lengua extranjera que ofrece la versión original subtitulada.
En una nueva era en la enseñanza de lenguas tenemos la oportunidad de poner el foco sobre el multilingüismo con cambios estructurales que fomenten realmente la inclusión.
Director del Centro de Investigación Nebrija en Cognición (CINC) y Director de la International Chair in Cognitive Health (ICCH) en la Universidad Nebrija, Universidad Nebrija