El término suele ser peyorativo: ser hipersensible es llorar por nada, sentir demasiado las cosas… Pero ahora sabemos que este rasgo tiene ventajas evolutivas y sociales.
La desagradable y desconocida sensación de dolor en los dientes al ingerir alimentos fríos está más cerca de encontrar su solución, ahora que sabemos el mecanismo por el que se produce.