Aunque se espera que la vacunación mejore las perspectivas, nadie pierde de vista que la evolución de la pandemia está marcando el tono de la economía en 2021.
Un euro fuerte aleja el riesgo de inflación pero esconde peligrosas trampas: los productos de la zona euro se encarecen frente a los estadounidenses, perjudicando así a los exportadores europeos.
Las fracturas económicas y tecnológicas fruto de la desglobalización están fraguando un nuevo orden mundial asentado sobre el deterioro de las clases medias y la concentración de poder, dinero y datos en pocas manos.
Draghi se ha despedido del Banco Central Europeo subrayando la confianza del público en el euro y el papel de la moneda común como proyecto político. La nueva presidenta, Christine Lagarde, apunta que mantendrá tipos de interés nulos y se centrará en los “bonos verdes” para estimular la lucha contra el cambio climático.