No siempre los clásicos plantean temas atractivos o cercanos para los jóvenes. Con la idea de mantener su placer en la lectura y de abrir sus horizontes culturales, proponemos un canon más flexible.
La lectura es una de las habilidades más sofisticadas que ha logrado la humanidad. Tras ella figuran nuestros avances en la ciencia o la tecnología para mejorar nuestra calidad de vida. Al otro lado, la ignorancia, que amenaza la supervivencia de la especie humana.
Todo texto escrito puede expresarse en público, para potenciar al máximo su capacidad de comunicación colectiva. Leer textos apropiados a cada etapa contribuye al desarrollo lector.
La literatura infantil es extensa y muy variada, desde los textos clásicos que hoy resultan alejados de la realidad del niño hasta las creaciones educativas ad hoc con poco valor literario.
Enseñar literatura supone crear un hábito de lectura que debe afianzarse en los estudiantes, animándoles a leer todo tipo de libros, y no solo los clásicos.
La dislexia tiene una dimensión psicoafectiva que puede paliarse con la biblioterapia: recomendamos 13 libros cuyos personajes tienen dislexia y que la normalizan y permiten al lector empatizar.
Los autores de literatura infantil y juvenil y los que escriben literatura fantástica parecen no contar con el mismo prestigio social que los de temas “adultos”. Es un error.