La CURTA revolucionó el mundo. Fue la primera máquina para hacer cálculos de tamaño pequeño. Hoy es un preciado objeto de coleccionistas. Curt Herzstark la desarrolló en un campo de concentración nazi.
Alexander von Humboldt fue un apasionado divulgador de la naturaleza, que acabó arruinado. El libro “Grandes comunicadores de la ciencia. De Galileo a Rodríguez de la Fuente” recoge su historia.
Mientras Unamuno clamaba “que invente ellos”, Ramón y Cajal descubrió para el mundo cómo funciona el cerebro. Es, posiblemente, la figura más destacada del siglo XX español con el menos reconocimiento público. Este fue Cajal en su tiempo.
Así se deduce de los trabajos de Michel
Talagrand, reciente premio Abel de matemáticas que la improbabilidad de que una moneda lanzada 1 000 veces salga cara en 600.