En ocasiones, la democracia choca con las labores que hacen los servicios de inteligencia de muchos países, que bajo el argumento de mantener la seguridad nacional, campan a sus anchas y no respetan derechos fundamentales.
La UE ha exigido a los países miembros que llenen sus almacenamientos de gas al 80 % de su capacidad antes del 1 de noviembre de 2022 para garantizar la seguridad del suministro el próximo invierno.
Con la excepción ibérica que permite poner tope al precio del gas para la producción eléctrica, en el futuro próximo bajarán los precios de la luz, con un efecto inmediato para los consumidores PVPC.
La sexta ronda de sanciones de la UE contra Rusia incluye la prohibición del petróleo de Vladimir Putin, pero algunos países no están de acuerdo porque sus alternativas son pocas y más caras.
La lentitud de los procesos burocráticos y una normativa no adaptada a las nuevas tecnologías son algunos de los factores que más frenan el desarrollo de las empresas de bioeconomía circular.
La crisis que subyace dentro de la UE ha emergido con la guerra en Ucrania. Sus pilares se habían debilitado y se había convertido en una fuerza pasiva y reactiva, olvidándose de la necesidad de actuar protegiendo su sistema de valores.
El repunte de la inflación ocupa titulares en los medios y preocupa a la ciudadanía. El aumento del precio en los alimentos, la energía y los combustibles son comunes este 2022.
La barbarie documentada en los distritos recuperados por las fuerzas ucranianas sugieren que los soldados rusos son tan cómplices de los crímenes de guerra como su líder Vladimir Putin.
Varios reglamentos de la UE establecen que, ante una crisis de abastecimiento, los Estados miembros deben apoyarse y coordinarse para optimizar el uso de las infraestructuras y recursos.
El mercado eléctrico necesita una profunda reforma de sus mecanismos reguladores, que aseguren a cada tecnología de generación eléctrica una remuneración razonable atendiendo a sus costes.
La responsabilidad ciudadana a la que apelaba Pericles para cumplir con los compromisos sociales del pueblo griego tiene mucho que ver con la petición de Josep Borell de disminuir el consumo de gas ruso para dañar a Putin.
Los refugiados ucranianos merecen nuestra solidaridad y acogida: es también una oportunidad para mejorar toda la política de inmigración y acogida de la UE.
Desde el desmoronamiento de la URSS, Ucrania y Rusia se han convertido en grandes exportadores. El principal destino de su trigo no es Europa sino los países de África y Asia.
El procedimiento por el que Ucrania entraría a formar parte de la UE ha comenzado, pero aún le queda mucho tiempo para formalizarse. Podría tardar hasta 10 años. Al contrario de lo que pueda parecer, el hecho de estar el país en guerra también impide que se agilice.
La clausura de centrales nucleares, que no son emisoras de gases invernadero, implica que los países deben recurrir a otras fuentes de energía. La invasión de Ucrania por Rusia, y otras circunstancias, está llevando el precio de la energía a valores estratosféricos y puede acabar en un grave problema de desabastecimiento, con una deriva impredecible.
Sophie Marineau, Université catholique de Louvain (UCLouvain)
La invasión rusa de Ucrania con el pretexto de ayudar a las repúblicas separatistas de Donbass recuerda inevitablemente a la guerra de 2008 en Georgia.
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid
Catedrática de Historia e Instituciones Económicas, (UPNA). Directora del Institute for Advanced Research in Business and Economics (INARBE), Universidad Pública de Navarra