Normalmente, lo mejor es hacer ejercicio con el estómago lleno, pero la actividad física leve o moderada en ayunas podría reportar beneficios a quienes sufren algún tipo de desajuste metabólico.
Nos encaminamos hacia una sociedad cada vez más obesa y envejecida, pero aún queda mucho por descubrir sobre cómo interaccionan esos dos factores a nivel fisiológico.
Este importante hallazgo no solo permite conocer mejor los mecanismos bioquímicos de la obesidad, sino que también abre la puerta a desarrollar tratamientos que favorezcan la expresión del gen identificado.
La leptina, hormona responsable de la sensación de saciedad, también pone en marcha un mecanismo para transformar la grasa blanca en beis, más saludable. Hacer ejercicio y seguir una buena dieta favorecen esta metamorfosis.
Considerando el índice de masa corporal, un culturista de baja estatura, al pesar el músculo más que la grasa, podría ser clasificado erróneamente como una persona con sobrepeso. A la vez que una persona alta y delgada, pero con barriga cervecera, podría considerarse normopeso aunque su metabolismo se encuentre alterado.
El párametro más extendido para calcular la obesidad es el índice de masa coporal. Según este indicador, muchos atletas se considerarían obesos (pero no lo son). Como vemos, es un medidor con muchas limitaciones.
Desde hace años se conoce que las personas obesas son más vulnerables a las infecciones y a las complicaciones derivadas de las mismas. En el caso concreto de la covid-19, el 80% de las personas con manifestaciones severas por coronavirus eran obesas.
Los últimos estudios habían corroborado que la obesidad y la depresión van de la mano. Pero, ¿cuál va primero? un estudio reciente estudia estas variables, incluyendo también la edad y el género.
La mala fama que se han ganado las grasas podrían alejarnos este verano de espetos, aguacates y barbacoas. Pero no todas son malas para el organismo. Repasamos las más saludables y las prescindibles.
El cuerpo de los animales utiliza diferentes mecanismos, como el sudor o la acumulación de grasa parda, para regular la temperatura. Que presenten uno u otro depende del hábitat donde vivan.
Cuando la báscula nos dice que tenemos un peso ‘normal’ consideramos que no podemos tener obesidad. Sin embargo, nuevos estudios afirman que podemos estar delgados y padecer esta enfermedad.
Ramon Grimalt, Universitat Internacional de Catalunya
Diferentes estudios han buscado la relación entre la ansiedad y la aparición de granos en la piel. Sin embargo, por ahora no podemos afirmar que esta sea la causa, aunque sí ayuda a su erupción.
Se ha señalado a las grasas como principales culpables de patologías como las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en el mundo. Sin embargo, ni es así ni deben considerarse el principal enemigo público.
La grasa de los michelines es el llamado tejido adiposo blanco, destinado a acumular energía para hacer frente a situaciones de escasez de alimento. Pero también está el tejido adiposo marrón, que libera energía cuando hace frío o nos ejercitamos.
Diferentes estudios demuestran que tener un cronotipo nocturno, cenar tarde y utilizar pantallas antes de dormir engorda y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas.
Es habitual considerar que los alimentos ‘light’, sin azúcar o sin grasa son saludables, que nos pueden echar una mano tras épocas de excesos. Sin embargo, la realidad es distinta.
Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular. Grupo de Nutrigenómica, Biomarcadores y Evaluación de riesgos (NuBE). UIB, CIBEROBN, IdISBa, Universitat de les Illes Balears
Profesora Titular de Nutrición y Bromatología - Directora del proyecto BADALI, web de Nutrición. Instituto de Bioingeniería, Universidad Miguel Hernández
Profesora Contratada Doctor del Área de Histología de la Facultad de Medicina. Investigadora del Grupo CTS429 Biología e Histología Médicas, del CIBER en Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y del IBIMA, Universidad de Málaga
Investigadora Postdoctoral (IBIMA-UMA) vinculada al grupo de Endocrinología y Nutrición, Diabetes y Obesidad del Hospital Regional Universitario de Málaga., Universidad de Málaga