Desde el día de Reyes hasta el 22 de enero se han notificado 4 907 muertes por covid-19 en España, un número comparable a los fallecidos en el atentado a las torres gemelas en 2001. ¿Por qué?
Si los virus mutan continuamente, ¿por qué es ahora cuando parece haber más variantes del SARS-CoV-2? Porque le estamos poniendo muchas trabas a su transmisión.
La distancia social y otras de las recomendaciones para minimizar el riesgo de contagio por covid-19 han hecho del miedo irracional al contacto con otras personas, la hafefobia, algo común. ¿Cambiará nuestra forma de relacionarnos?
¿Hay protección total después de la vacuna? ¿Podemos contagiar aunque seamos inmunes? ¿Puedo volver a contagiarme? Explicamos todas las dudas que genera el ‘pasaporte de inmunidad’.
El efecto de la radiación, la temperatura y la humedad en el SARS-CoV-2, y en nuestro cuerpo, así como nuestros cambios de hábitos, pueden facilitar la transmisión del virus en otoño e invierno.
Tras analizar las localizaciones móviles de millones de personas durante la primera ola de la pandemia se confirma que el confinamiento y el teletrabajo reducen drásticamente los contagios.
¿Es preciso crear un sistema para publicar los datos en la calidad, el formato, resolución espacial, temporalidad, etc. adecuados para seguir la evolución de esta y otras posibles pandemias futuras?
Una reciente carta publicada por dos expertos y avalada por 239 científicos insiste en un nuevo modelo de dispersión del coronavirus en espacios cerrados que ha hecho que la OMS cambie de postura.
¿Transmiten la COVID-19 los individuos asintomáticos? ¿Son superdispersores los individuos o los eventos? ¿Son infecciosas las personas que dan positivo tras ser dadas de alta? ¿Y los niños? Esto sabe hoy la ciencia.
Aunque se sabe que el SARS-CoV-2 se transmite en espacios confinados y cerrados, las recomendaciones oficiales generalmente no explican cómo minimizar el riesgo de transmisión por ascensor.
Antonio Figueras Huerta, Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC); Alicia de Andrés Miguel, Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC); Ana Allende Prieto, Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC); Carlos Prieto de Castro, Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC); Gloria Sánchez, Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA -CSIC), and Joan Grimalt Obrador, Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA - CSIC)
En actividades recreativas, la infección por SARS-CoV-2 por contacto con el agua para el baño es muy poco probable. La pega es que suele implicar una pérdida de las medidas de distanciamiento social.
Los epidemiólogos usan el R0–el número de reproducción–para describir la intensidad de una enfermedad infecciosa. Estima el número de casos, en promedio, que serán causados por una persona contagiada.
Una investigación recién publicada despeja las dudas sobre la capacidad del coronavirus SARS-Co-2 para permanecer viable durante varios días en superficies rígidas desde las cuales podría infectar.
En un momento en el que las bolsas se tiñen de rojo y los actores económicos prevén un futuro negro e incierto, el autor propone dar una oportunidad a la esperanza.
En muchos casos, seguimos siendo contagiosos cuando ya han desaparecido los síntomas. Pero hay cosas fáciles de hacer para minimizar el riesgo de contagio.
Catedrático de Genética. Responsable de la Unidad Mixta de Investigación "Infección y Salud Pública" FISABIO-Universitat de València I2SysBio. CIBER Epidemiología y Salud Publica, Fisabio
Investigadora predoctoral en Unidad de Genómica de Tuberculosis (IBV-CSIC) y en Unidad mixta Infección y Salud Pública (FISABIO-UV), Universitat de València