Ekai Txapartegi, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
La LOMLOE le quita horas a la Filosofía al tiempo que establece su importancia en el curriculum. El 25% de las competencias clave son filosóficas, pero suponen menos del 1% de las horas lectivas.
La inspección educativa puede servir para mucho más que el mero control del cumplimiento de las normas. Lejos de los prejuicios sobre ella, su función es garantizar la calidad.
La educación debe adaptarse al presente y también ‘futurizarse’: proyectarse hacia el posible futuro de la persona educada y diseñar un camino hacia lo que aún no existe.
El debate político y social sobre la LOMLOE es un ejemplo más del olvido al que está sometida la España rural. La discusión se ha centrado en los cambios de la ley que afectan a la escuela concertada. Pero esta no está presente en la España vaciada, que tiene otras preocupaciones y necesidades educativas.
La promesa de la “ley Celaá” de integrar a los niños con necesidades especiales en los colegios ordinarios no parece posible sin dotar de recursos y poner en marcha políticas inclusivas que acaben con la marginación que aún sigue existiendo.