Un año después del ataque de Hamás y la respuesta israelí, el conflicto ha escalado, con crímenes internacionales en Gaza, acciones militares fuera de ella y bloqueos internacionales limitados por el apoyo estadounidense a Israel.
Estados Unidos descarta atacar las instalaciones nucleares iraníes, pero Israel tiene otras opciones de represalia. Una cosa está clara: una guerra regional ya no es inminente, está aquí.
El violento conflicto entre Hezbolá e Israel se ha intensificado en los últimos días. La población civil lidia con la incertidumbre y el estrés que ha provocado la guerra.
Ambas partes llevan meses intensificando sus ataques sin cruzar la línea de una guerra a gran escala. Sin embargo, es probable que esta última agresión provoque una escalada mayor.
Irán, el actor más relevante de la crisis de Oriente Medio, aún no ha enseñado las cartas. Probablemente no quiere una mayor escalada de la violencia por temor a una guerra más amplia.
Los ataques hutíes han alterado el orden del transporte marítimo global: cambian las rutas y aumentan las emisiones pero también los precios de los productos por la subida en los costes y los seguros.
Aunque la petición del fiscal jefe de la Corte Penal Internacional es muy relevante, es muy poco probable que los líderes israelíes o palestinos sean detenidos o se enfrenten a un juicio.
Ante la actual situación de destrucción del patrimonio cultural en los conflictos bélicos, tenemos que plantearnos por qué no se cumple lo firmado en el Convenio de La Haya, que cumple 70 años.
Las protestas contra la guerra en Gaza se expanden en algunas de las principales universidades de mientras el Gobierno de Biden y el de Israel intentan cortar las alas a este movimiento estudiantil.
El enclave palestino se enfrenta a una serie de crisis interconectadas que amplificarán los costes humanos del conflicto incluso cuando finalicen los bombardeos.
Algunos gobiernos están recibiendo la advertencia de que Israel está infringiendo el derecho internacional en su ofensiva contra Gaza, lo que les obliga a dejar de suministrarle armas.
Aunque la resolución es vinculante, no es aplicable en virtud del derecho internacional. Esto deja a los negociadores internacionales la tarea de concretar los detalles de un acuerdo.
La ofensiva terrestre israelí en la ciudad de Gaza con más refugiados palestinos hace temer una catástrofe humanitaria y suscita cada vez más rechazo internacional. Biden, principal aliado de Netanyahu, ha criticado que Israel no cuente con un plan de evacuación.
Convenor, Middle East Studies Forum (MESF), and Deputy Director (International), Alfred Deakin Institute for Citizenship and Globalisation, Deakin University