La inteligencia artificial favorece el desarrollo de robots en redes sociales, cada vez más difíciles de detectar. Son la base de campañas fraudulentas y suplantación de la identidad.
El ‘software’ malicioso Pegasus puede atacar a cualquier persona y está diseñado para no ser detectado. Infecta un móvil a través de ‘phishing’ o de vulnerabilidades de aplicaciones que tenemos instaladas. Sin embargo, solo se emplea con objetivos de perfil alto. En principio los ciudadanos de a pie no tenemos que preocuparnos por ser espiados, aunque sí por la salud de la democracia.
El confinamiento ha sido un escenario ideal para los ciberdelincuentes. Al haber mayor actividad en la red, ha habido también mayor exposición y por tanto más ventanas abiertas por donde intentar colarse.
Vigilar los remitentes de los correos y no descargar aplicaciones de origen desconocidos son algunas de las claves para evitar que roben nuestra información sensible, o la de nuestra empresa.
La sobreexposición en internet de los jóvenes hará que creen una huella digital que pueda no beneficiarles en el futuro. Estas son las claves para que padres e hijos puedan controlarla.
Profesora agregada. Directora del Máster Universitario en Seguridad de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, UOC - Universitat Oberta de Catalunya
Profesora de Cibercomunicación y Nuevos Medios. Especialista en la formación a familias y docentes para el buen uso de la tecnología. Divulgadora sobre bienestar digital, Universidad Camilo José Cela