Si internet ya estaba cambiando el mundo, ha tenido que ser una pandemia la que nos ha puesto definitivamente frente al espejo, con nuestras virtudes y miserias.
Si la UE mantiene la estrategia de perfil bajo ante una pandemia que plantea la crisis más importante desde la Segunda Guerra Mundial podría provocar una cantera aún mayor de euroescépticos y populistas que den al traste con este gran proyecto.
La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia las malas decisiones económicas de Europa, que darán poco margen de maniobra para ayudar a la recuperación.
En medio de la mayor pandemia de la historia reciente, y con dos miembros de la UE, Italia y España, gravemente afectados por la crisis, parece que la solidaridad europea no se entiende en todas partes por igual.
La legislación europea ha introducido en los últimos años mejoras en las condiciones de vida de las aves, cerdos y vacas destinadas a la producción de alimentos. Pero aún queda camino por recorrer.
No hemos estado nunca tan cerca de emitir, por primera vez, deuda en nombre de todos los países del euro. No es todavía la muy necesaria unión fiscal, pero es un paso importante en esa dirección.
La expansión del COVID-19 pone en evidencia las debilidades políticas y económicas de Europa y hacen pensar que la institución pueda entrar en una profunda crisis institucional.
La expansión de la pandemia obliga a los países de la UE a tomar medidas extraordinarias y pone a prueba la unidad económica y la fortaleza de la idea de Europa.
Europa está en shock por la expansión del coronavirus, y se hace indispensable que las instituciones europeas tomen medidas que suavicen el impacto en las economías nacionales.
La Unión Europea y sus estados miembros no deberían renunciar a los valores del Tratado de la UE, que sitúa la dignidad humana, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos como valores irrenunciables.
Carentes de medidas eficaces para reducir sus emisiones, las aerolíneas y otros agentes del sector aéreo responsabilizan a los pasajeros y les piden elegir la opción menos contaminante.
Mientras las manifestaciones de agricultores y ganaderos contra la bajada de los fondos comunitarios destinados a la PAC se generalizan en Europa, la Comisión Europea insta a a los agricultores y ganaderos a recortar emisiones, el uso de fertilizantes y pesticidas y fomentar la agricultura orgánica.
María Luisa Sánchez Barrueco, experta en Derecho de la UE, asegura que el brexit refleja las deficiencias de la democracia en el Reino Unido y que la factura de la salida de la UE la pagarán los de siempre: las capas de la población más desfavorecidas.
Contar con recursos propios a nivel local, provincial o regional permite articular políticas sectoriales o tecnológicas concretas, con mayor libertad y mayor capacidad de gestión, lo que ahonda en el desempeño final, tanto en términos económicos como de innovación.
La Corte Suprema de los Países Bajos ha emitido una sentencia que obliga al estado a tomar medidas para proteger los derechos humanos cuando se trata de peligros ambientales.
A veces ha dado la sensación de que el primer ministro británico quería el puesto principal solo para ostentarlo. Pero ahora tiene por delante cinco años para ejercerlo.
La Plataforma Europea de Materiales Amigables con el Clima propone una serie de instrumentos para incentivar la inversión y el uso de materiales bajos en carbono en Europa.
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid
Catedrática de Historia e Instituciones Económicas, (UPNA). Directora del Institute for Advanced Research in Business and Economics (INARBE), Universidad Pública de Navarra