Hay sensores por todas partes. Están en puertas automáticas, en cajas registradoras, en consultorios médicos y hospitales. Se utilizan por dentro y por fuera del cuerpo.
Hemos diseñado y construido un prototipo de detector de luz cuya sensibilidad puede modificarse provocando la compresión y contracción del disulfuro de molibdeno, un material semiconductor.
Un equipo de investigadores ha desarrollado una plataforma que ofrece a los usuarios información sobre los niveles de contaminación captados por sensores. Se trata de un dispositivo útil para tomar decisiones que mejoren la calidad del aire.