Las consecuencias de las protestas contra el encarcelamiento del disidente ruso reflejan que el régimen de Putin es refractario al Derecho Internacional.
Personal de servicios de emergencia con trajes de protección investiga en el lugar donde Sergei y Yulia Skripal fueron envenenados con novichok. Salisbury, Reino Unido, 24 de abril de abril de 2018.
Shutterstock / Simon Ward Photography
Alexéi Navalni, opositor ruso, fue detenido este fin de semana tras aterrizar en Moscú, cinco meses después de su envenenamiento por novichok, una sustancia que representa un motivo de enorme preocupación en el campo de las armas químicas.
Manifestantes en Nueva York en junio de 2017 demandaban aclaraciones sobre la posible interferencia rusa en las elecciones de 2016.
Eduardo Munoz Alvarez/AFP
Sophie Marineau, Université catholique de Louvain (UCLouvain)
La interferencia rusa marcó profundamente la elección presidencial norteamericana de 2016. Cuatro años después, analizamos la forma y el impacto de la desinformación procedente de Rusia.
Ante la sobreestimulación, la mayoría de nuestras células dejan de responder, o mejor dicho, se desensibilizan. Salvo que pulsemos el botón “supr”. Algunos venenos, como el novichok utilizado contra el opositor ruso Aleksey Navalny, usan esta vía para acabar con la vida.
Vladimir Putin no está dispuesto a dejar caer al presidente bielorruso, a pesar de las enormes tensiones sociales que se viven en el país, porque no quiere poner en manos de Occidente un espacio geoestratégico vital para sus intereses.
Una científica sostiene una vacuna contra el coronavirus en el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Nikolai Gamaleya dee Moscú, Rusia.
Alexander Zemlianichenko Jr/Russian Direct Investment
Si la vacuna no protege a los individuos de la infección, los que han sido vacunados podrían creer falsamente que están protegidos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, vota las enmiendas a la Constitución en un colegio electoral situado en la Academia de Ciencias de Rusia.
Kremlin
Putin reforma la Constitución rusa de 1993, haciéndola más nacionalista y conservadora, y garantizando su permanencia en el poder mediante elecciones hasta 2036.
Gran cartel del príncipe heredero de Arabia Saudita Muhammed Bin Salmán (MBS) sobre el fondo de la bandera saudita exhibido en una fachada de Riad, Arabia Saudita.
Hany Musallam / Shutterstock
En medio de la parálisis económica provocada por la irrupción de la pandemia del coronavirus, Arabia Saudí y Rusia sacuden el mercado de hidrocarburos con una guerra de precios.
El presidente Putin inicia su tercera década al frente de Rusia con una notable pérdida de popularidad y un PIB en descenso, pero todavía no parece dispuesto a tirar la toalla.
Associate Professor of Instruction in the School of Interdisciplinary Global Studies, Affiliate Professor at the Institute for Russian, European, and Eurasian Studies, University of South Florida