Los autores cuentan cómo descubrieron varios focos de infección de tuberculosis transmitidas por cabras gracias a la genómica y una investigación epidemiológica con tintes detectivescos.
Descomponer y reconstruir los bloques de la vida como si fuera un juego de construcción abre posibilidades casi infinitas, pero también despierta temores profundos.
Cabeza momificada de doña Leonor de Castilla.
Pastor et al. 2021. Natural mummifications in Castile & Leon (Spain). European Journal of Anatomy 25: 221–32.
Descubrimos cuál era el aspecto físico, el color del cabello, piel y ojos de la infanta Leonor de Castilla, una de las hijas del rey Alfonso X el Sabio, cuya apariencia era desconocida hasta ahora.
Este importante hallazgo no solo permite conocer mejor los mecanismos bioquímicos de la obesidad, sino que también abre la puerta a desarrollar tratamientos que favorezcan la expresión del gen identificado.
El gran compositor alemán padeció problemas de salud durante gran parte de su vida adulta, y deseaba que se descubrieran y se hicieran públicas sus causas.
El actor Chris Hemsworth caracterizado como Thor en una imagen promocional.
MARVEL STUDIOS / PARAMOUNT PICTURES
Hace poco, el actor Chris Hemsworth se sometió a un test de ADN cuyos resultados arrojaron un riesgo muy elevado de padecer alzhéimer. ¿Son fiables este tipo de pruebas? Y si es así, ¿en qué casos deberíamos hacérnoslas?
La lima, el limón, el pomelo y el apio contienen unas toxinas llamadas furocumarinas que, bajo la luz solar, inducen la formación de enlaces en el ADN peligrosos para la piel.
Se han identificado las bases del ADN y el ARN, las moléculas de la vida, en meteoritos carbonáceos. ¿Vino la vida del espacio? ¿Sus componentes llegaron en meteoritos o se formaron en la Tierra?
A lo largo de su vida, una persona puede producir más de mil millones de tipos de anticuerpos diferentes, pero solo contamos con tres genes para fabricarlos ¿Cómo es posible?
Los relojes epigenéticos son análisis moleculares que cuantifican con bastante precisión el envejecimiento, el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas e, incluso, el riesgo de morir.
Más de la mitad del genoma humano contiene secuencias repetitivas de ADN cuyas funciones aún no se conocen del todo.
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Los avances tecnológicos han permitido a los investigadores secuenciar las grandes regiones de ADN repetitivo que no pudo describir el Proyecto Genoma Humano.
La incorporación del ADN a las investigaciones policiales ha supuesto una revolución en los análisis forenses. Entre otras razones porque permite predecir la edad de una persona con un margen de error ínfimo, de apenas 3 o 4 años.
Densas agregaciones de Pyura praeputilalis en la Bahía de Antofagasta, Chile. La barra coloreada en secciones blancas y rojas (10 centímetros cada) fue posicionada como escala.
Marc Rius
El piure alcanza la biomasa más alta jamás registrada en un animal intermareal y monopoliza todo el espacio disponible donde vive. La barra bicolor indica intervalos de 10 centímetros.
Todas las pruebas de COVID-19 comienzan con una muestra, pero los procesos científicos varían mucho después de ese punto.
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Los dos tipos de pruebas de COVID-19 – antígeno y PCR – funcionan de formas muy diferentes, por lo cual una es rápida pero menos certera y la otra lenta y precisa.
El fin último de dormir es reparar los daños que se acumulan en el ADN mientras estamos despiertos. Sobre todo, los daños del ADN de las neuronas. Solo si dormimos lo suficiente el sueño surte un efecto “reparador”.
Se han encontrado más de 500 regiones en el genoma que, si se alteran, pueden asociarse a comportamientos antisociales y adicciones. Incluso son más propensas a padecer ciertas enfermedades, a encontrarse sin empleo y a las condenas penales.
La Fotografía 51 es la primera imagen del ADN obtenida mediante difracción de rayos X en 1952, considerada una evidencia fundamental para identificar la estructura del ADN. Fue tomada por Raymond Gosling, supervisado por Rosalind Franklin.
Oregon State University
Estudiar el material genético del SARS-CoV-2 nos ha permitido saber más sobre este patógeno, pero ¿cómo hemos llegado a tener la capacidad de descifrar el genoma?
Como si fuera un gran libro de instrucciones, el ADN del interior de los esqueletos recoge características de una persona como el color de pelo o la talla. Con el paso del tiempo, las letras de este libro pueden borrarse, y para obtener la información los científicos aplican técnicas de genética molecular que acaban destruyendo muestras únicas. Una nueva técnica evita esa destrucción.
Imagen de la ciudad de Pripyat, en la zona de exclusión de Chernóbil (Ucrania).
Shutterstock / Sergiy Romanyuk
Recientemente se ha demostrado que, tras el accidente nuclear de Chernóbil, la radiactividad produjo roturas en el ADN de afectados. Y que, durante su reparación por parte de las células, hubo genes que se fusionaron de manera algo caótica.
Chercheur en génétique des populations et biologie évolutive, directeur de recherche au Centre de Biologie pour la Gestion des Populations de Montpellier, Inrae