Existe una creciente reacción antifeminista en respuesta a los avances hacia la igualdad de género. Esta reacción se traduce en campañas antigénero en las que se usa el término “feminazi"para desacreditar el feminismo.
Desprecios, vejaciones e insultos, especialmente de la ultraderecha, hacia dirigentes feministas o políticas se alían para crear un nuevo enemigo de Estado: el feminismo.
Las personas misóginas recurren a los memes para provocar risa a través de mensajes descontextualizados que llevan a la constitución de una agenda política antifeminista.