Los asistentes virtuales tienen un lado oscuro, ya que son capaces de escucharnos aunque no lo sepamos. ¿Es consciente el consumidor de esto? ¿Le importa?
Declarar el robo de nuestros datos, prohibir los algoritmos antipolíticos y dividir a las grandes tecnológicas son algunas de las posibles estrategias para poner freno al capitalismo de la vigilancia.
Muchas aplicaciones ofrecen la posibilidad de iniciar sesión con una cuenta de Google o Facebook.
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Si bien es más cómodo que crear una nueva cuenta en cada web o ‘app’ que utilizamos, iniciar sesión a través de algún proveedor externo como Facebook o Google supone riesgos para la privacidad.
El confinamiento ha acelerado el cambio en el sector audiovisual, con la concentración de producción, distribución y exhibición en cada vez menos manos. Netflix consume un 12.6% del tráfico total de internet.
Es una buena oportunidad para que el sector público y privado hagan un esfuerzo creando bases de datos abiertas. La falta de datos y análisis genera políticas incorrectas.
Las grandes empresas tecnológicas dificultan el desarrollo de los agentes culturales tradicionales, pues controlan ya las industrias mediáticas digitales a nivel global.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción de plástico en la era del vinilo no son comparables con las de los inmensos servidores en la nube de la actualidad.
Google, Apple, Facebook, Amazon, Airbnb o Tesla están redefiniendo aspectos clave como el trabajo, la movilidad, el ocio o incluso la forma de vida. Las ciudades son los campos de prueba de sus innovaciones.