La innovación tecnológica fue una constante en el trabajo del arquitecto Antoni Gaudí. Experimentó con nuevos materiales para conseguir las formas que caracterizan su obra.
Las casas de ADN se construyen con células vivas y crecen solas, rodeadas de “árboles-farolas” para iluminar: Esto es la arquitectura genética. No es un delirio, es un proyecto real para construir el futuro.
Las administraciones priman el precio de las obras de arquitectura urbana sobre su funcionalidad. La participación ciudadana se hace cada vez más importante en unas ciudades que, en definitiva, son para el uso de las personas.