Haciendo un ejercicio matemático, si en España asignamos los diputados de forma diferente a la Ley d’Hondt usando sistemas como el neerlandés o el sueco, podría alcanzarse mayor proporcionalidad entre el número de votos y el de escaños.
Una campaña desarrollada en un marco emocional, el telón de fondo de los pactos autonómicos PP-Vox y la esperanza por la remontada, que activó al electorado, entre otros motivos, han hecho que Pedro Sánchez se convierta en “perro viejo de la política”.
La estrategia del presidente del Gobierno de adelantar elecciones, de la que muchos desconfiaron, no ha dejado a Pedro Sánchez un escenario desfavorable.
El escrutinio de la noche electoral sorprendió a todas las encuestas, con un resultado mucho mejor de lo esperado para el PSOE y un triunfo amargo del PP, muy alejado de la mayoría absoluta. Todo depende ahora de lo que decidan los partidos independentistas catalanes, sobre todo Junts, la formación de Carles Puigdemont.
La crisis del periodismo, en lo que se refiere a credibilidad y modelo de negocio, puede ser un problema en la construcción del debate democrático. ¿Pueden las críticas a los medios cambiar el sentido del voto?
El papel de los medios de comunicación es clave en unas elecciones. Los partidos conocen perfectamente a quién se dirigen cuando dan un mensaje en función del medio que eligen.
Las campañas electorales están plagadas de mensajes insultantes y tóxicos que no hacen más que crear un mal clima entre los ciudadanos que tienen que ir a las urnas.
El odio hacia el rival político, en muchas ocasiones ligado a la desinformación, es una emoción intensa que desplaza a la razón e instala ideas que persisten en el tiempo, mucho más si se hace en pequeñas dosis.
Con este anuncio el presidente del Gobierno ha sorprendido a sus oponentes y a la ciudadanía en general. Pero el adelanto de las elecciones no perjudica tanto al PP o al resto de la derecha como a sus socios de izquierda.
¿Estamos ante el último conejo en la chistera de Pedro Sánchez? Hay razones de peso para sospechar que la llamada a las urnas responde al intento del dirigente socialista de, una vez más, salir victorioso cuando pocos se lo esperan.
La escucha puede ser un remedio para superar las patologías de nuestra comunicación política. Si los partidos políticos están atentos, tendrán en los electores promotores de innovación permanente.
Dejemos a un lado intentar evadir nuestra responsabilidad si hemos sido llamados a una mesa electoral y pensemos en toda la responsabilidad que eso conlleva y en cómo acudiendo contribuimos a una sociedad más democrática.
Ana Muñoz van den Eynde, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT)
Tres hipótesis buscan explicar la polarización en internet de la sociedad actual: una responsabiliza a las cámaras de eco, otra a los algoritmos de buscadores y plataformas sociales y otra a los propios usuarios.
Las campañas electorales en redes sociales, como esta en la que estamos actualmente, están centradas en el marketing del candidato, dirigidas a un público segmentado y buscan más la viralidad que hablar de política y programas.
Hay políticos que se enfrentan a una debacle electoral argumentando fraude, otros salen del trance reafirmándose como jefes de la oposición y hay quienes obvian la pérdida y desvían la atención reforzando mensajes positivos. Así reaccionan los políticos cuando pierden en las urnas.
Responsable de la Unidad de Investigación en Ciencia, Tecnología y Sociedad (UICTS), Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT)