Las criptodivisas respaldadas con dólares sufren menos volatilidad al vincularse a un valor seguro. Las vinculadas al oro sortean los costes de almacenamiento y el problema de la indivisibilidad del metal.
En 2020, y a causa de la pandemia, la inestabilidad, el miedo, la pérdida de confianza y la incertidumbre trajeron la parálisis económica a nivel mundial. El reto está en recuperar lo perdido.
En tiempos difíciles, los inversores se aferran a los “valores refugio”, tradicionalmente oro y deuda pública alemana y estadounidense, que en las crisis mantienen su valor o incluso lo incrementan.