La urgencia de la restauración no sería tanto una obligación para con el presente, por mucho que el icónico emblema turístico pueda echarse de menos en el cielo parisino, como para con el porvenir.
Por mucho que reconstruyamos, y que estemos agradecidos por cada fragmento de esta obra que se haya conseguido salvar, la legendaria catedral gótica ha quedado herida de gravedad