50 veces más potente que la heroína, este opiáceo de laboratorio es extremadamente tóxico y adictivo. Sus efectos se empiezan a notar fuera de Estados Unidos, donde ya se ha cobrado decenas de miles de vidas.
Las semillas de amapola adormidera, usada para el consumo, a priori no contienen opiáceos. Decimos a priori porque a menudo se contaminan y acaban en nuestro estómago. Por eso, su cocinado es fundamental.
Se reúnen a bailar en comunión con su Dj favorito. Algunos consumen drogas, aunque esa tendencia va disminuyendo con la edad. Los ‘ravers’ (seguidores de fiestas clandestinas con música electrónica) se han convertido en una comunidad muy parecida a la de los peregrinos.