La IA optimiza y agiliza la búsqueda y selección del talento humano pero, en su empleo, no se pueden olvidar cuestiones como el sesgo algorítmico, la privacidad de los datos y el impacto en la mano de obra humana.
La vigilancia a los trabajadores a través de la tecnología vulnera sus derechos. Por eso es obligatorio hacerles saber, y que autoricen, ese control. Solo puede ser secreto en circunstancias excepcionales.