La digitalización ofrece prosperidad, innovación, competitividad y bienestar pero hay que tomar en cuenta sus posibles efectos negativos. De ahí la necesidad de una normativa que los contemple y limite.
En este artículo, publicado originalmente en la revista Telos de Fundación Telefónica, la autora analiza el papel de la tecnología en el mundo del trabajo. Por muy inteligentes que lleguen a ser las máquinas, hay actividades profesionales que difícilmente llegarán a cubrir.
Las empresas comienzan a abrir las puertas a trabajadores con perfiles humanísticos, que pueden ser especialmente útiles para la transformación tecnológica de estas.
El big data, la digitalización y la sostenibilidad son los tres pilares sobre los que debe sustentarse la renovación y recuperación del turismo tras la crisis provocada por la covid-19.
La transformación digital de un modelo de negocio no es solo cuestión de tener más ordenadores, una página web más completa, con carrito de compra o más servidores. Exige también cambiar la forma de crear valor.
Saber usar un procesador de textos no nos convierte en personas preparadas para el mundo actual. La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de una asignatura específica para formar a los estudiantes en competencias digitales reales. Solo desde la escuela se podría abordar este aprendizaje.
Catedrática y directora del Centro de Investigación en Ciencia de Datos Inteligentes e Inteligencia Artificial, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech