Es cierto que se está registrando un repunte de la enfermedad, pero no parece afectar a la gravedad de los casos. El cambio de costumbres durante el verano y la relajación de las medidas preventivas explicarían este incremento.
La explosión de casos de covid en China ha encendido las alarmas. Sin embargo, los controles en los aeropuertos ya han demostrado su ineficacia en otras crisis anteriores.
Una nueva candidata a vacuna basada en modelos matemáticos trata de protegernos no solamente frente a las variantes existentes de covid-19 sino también contra las que puedan aparecer en el futuro.
Los datos disponibles sugieren que estas variantes podrían ser más transmisibles que las anteriores; pero todavía no hay datos que indiquen que vayan a ser de mayor virulencia que las que conocemos.
El repunte de casos de covid-19 menos graves en el último mes nos hizo pensar que esta variante era más debil que las anteriores. Pero, ¿es realmente menos virulenta o el éxito se debe a las vacunas?
Está a punto de comenzar el tercer año de la pandemia de covid-19. Las vacunas le han dado la vuelta a la situación, pero no podemos olvidar que nos encontramos ante una sindemia en la que influyen factores sociales y económicos. Tampoco que la desigualdad vacunal ha sido el gran fracaso de 2021.
Se siguen estudiando las nuevas vacunas de ARNm (aquí, Pfizer), para identificar los efectos secundarios más raros.
Andrej Ivanov/AFP
Ante las persistentes dudas sobre las vacunas, a pesar de sus indudables beneficios, la transparencia es esencial. Esto es especialmente cierto en el caso de las complicaciones más raras. Se han iniciado estudios para identificar los riesgos.
El aumento considerable de casos de covid-19, que nos pone de nuevo camino a la zona de riesgo muy alto, coincide con la aparición en el tablero de juego de una nueva variante, ómicron.
Cuando se cumplen dos años de la aparición del más reciente de los coronavirus humanos, el SARS-CoV-2, repasamos qué variantes han aparecido y cómo pueden condicionar la evolución de la pandemia.
Hay momentos en que todos pensamos que la pandemia ya es cosa del pasado, y otros en que parece que comenzamos de nuevo desde cero, como está pasando con la variante ómicron. El presente y el futuro de esta pandemia están rodeados de incertidumbre.
La respuesta frente a la nueva variante ha de ser reducir al máximo la exposición al virus y aumentar la población inmunizada en todos los países del planeta, limitando las oportunidades de que aparezcan nuevas mutaciones en el virus.
No sabemos todavía si la nueva variante del SARS-CoV-2, denominada Ómicron, es más transmisible, si sustituirá a otras variantes, si es más virulenta, no sabemos cómo afectará a los niños ni si escapará de las vacunas actuales. Sabemos que hay que vigilarla y que la vacunación ha de ser global.
Miguel Ángel Jiménez Clavero, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC)
El alarmismo creado alrededor de la variante Delta AY4.2 del virus causante de la covid-19 no está justificado. Los datos disponibles indican que no supone tanto riesgo como otras variantes previas.
Estar vacunados no impide que nos infectemos con el virus, pero sí evita la forma grave de la enfermedad. Ahora también sabemos que frena la transmisión del coronavirus, incluso con la variante delta.
Una nueva variante de interés entra en escena. Aunque porta mutaciones interesantes, es pronto para saber si logrará imponerse a delta, la variante dominante que circula en la actualidad.
Para el coronavirus causante de la covid-19 acabaremos siendo un organismo donde la variante adaptada a los humanos contagiará pero sin crear grandes problemas de salud.
Colas para vacunación en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid.
Shutterstock / Ruben Fraile
Esta pandemia ya no es la misma que tuvimos el primer semestre del año 2020. Hay que redefinir conceptos, afrontarla de modo decidido y comunicar de un modo más empático y pedagógico a una ciudadanía cada vez más exhausta que no acaba de ver la luz al final del túnel.
Las nuevas variantes del SARS-CoV-2, incluida la Lambda, disparan las alarmas sobre la capacidad del virus para evadir al sistema inmunitario. Pero la respuesta inmunitaria es más compleja, robusta y efectiva.
Año y medio de pandemia, varios tipos de vacunas desarrolladas con eficacia y seguridad… Y, pese a todo, siguen muriendo personas, porque aún no hemos frenado la transmisión.
El virus lucha constantemente contra las vacunas para intentar escapar de ellas. Sin embargo, nuestros linfocitos B productores de anticuerpos también pueden “mutar” para hacerle frente.
Catedrático del área de Biología Celular. Investigador asociado del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Investigador en metabolismo, envejecimiento y sistemas inmunológicos y antioxidantes., Universidad Pablo de Olavide
Catedrático de Genética. Responsable Unidad Mixta de Investigación "Infección y Salud Pública" FISABIO-Universitat de València I2SysBio. CIBER Epidemiología y Salud Publica, Universitat de València
Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras FISABIO-UVEG. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de València