Desde 1968 no se registraba en España ningún caso de las modalidades de viruela que afectan a cabras y ovejas. Urge tomar medidas para que el virus no se extienda y haga estragos en el sector ganadero.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha descartado por el momento clasificar el brote de viruela del mono en países en los que la enfermedad no es endémica como una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII), como la covid-19.
Llevamos semanas viendo en la prensa fotos de lesiones de la piel, desagradables en su mayoría, causadas por el virus de la viruela del mono. Y parece buen momento para analizar las manifestaciones cutáneas de la viruela y aprender a evitar que deje cicatrices.
Ante los brotes de viruela del simio en Europa y EEUU es necesario mantener la alerta y ser precavidos. Pero, por suerte, hay buenas noticias: es un virus conocido, estable, para el que muchos tenemos inmunidad, y existen vacuna y tratamientos.
En los brotes de viruela del mono recientes, por primera vez, la mayoría de los casos han sido detectados en hombres jóvenes que no han viajado a África y que han manifestado tener sexo con hombres. Pero, ojo, porque esto no significa que el virus sólo se transmita en relaciones sexuales entre hombres.
Centers for Disease Control and Prevention, National Center for Emerging and Zoonotic Infectious Diseases (NCEZID)
En el momento actual, con la información disponible, ignoramos cuál será la evolución epidemiológica de la viruela del mono. Por ello, se aconseja a cualquier persona que tenga dudas de que pueda estar infectada que utilice mascarilla y mantenga las lesiones cubiertas.
Paciente infectado por el virus de la viruela del simio.
OMS
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido ha confirmado que siete personas en Inglaterra han sido diagnosticadas con viruela del simio. ¿Hay motivos para preocuparse?
Jóvenes esperando para vacunarse en Barcelona en julio de 2021.
Shutterstock / Guillem de Balanzo
El éxito del proceso de vacunación contra la covid-19 en España es incuestionable, especialmente en comparación con otros países de la UE. ¿Cómo se ha ganado nuestro sistema de salud esta confianza?
Inoculación de pus de vaca en el Hospital de Niños Pobres de Barcelona, hacia 1890.
Ayuntamiento de Barcelona
La vacuna contra la viruela, poco después de la Revolución francesa, marca el inicio de la vacunación como estrategia de salud pública en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Sin embargo, el desarrollo de políticas sociales y sanitarias también es clave para mejorar la sanidad pública.
Retrato de Edward Jenner (James Northcote, 1803).
National Portrait Gallery
La historia de las vacunas tiene protagonistas tan curiosos como una ordeñadora llamada Sarah Nelmes, a quien su vaca Blossom había contagiado de viruela bovina. O 22 huérfanos que llevaron en su propio cuerpo la vacuna de Europa a América.
Antes de la pandemia de COVID-19 la humanidad ha superado ya cosas terribles, como la viruela. ¿Podría repetirse el éxito y erradicar el SARS-CoV-2 del planeta?
Campaña de vacunación de “los pobres” de la ciudad de Nueva York contra la viruela en 1872.
Wikimedia Commons / Everett Collection
Si las campañas de vacunación se extienden masivamente, jamás volveremos a pasar enfermedades con consecuencias catastróficas. Recordamos algunos de los casos en los que nos han protegido.
Cementerio de Longbyearbyen (islas Svalbard, Noruega) donde yace un grupo de mineros víctimas de la epidemia de gripe de 1918.
Shutterstock / bmszealand
Ahora ha sido la polio en África. Antes fue la viruela. A finales del siglo XIX empezó a fraguarse la idea de que podíamos exterminar a ciertos patógenos. El tiempo nos ha obligado a cambiar esta visión.
Las campañas de vacunación acabaron con esta terrible enfermedad, pero eso no significa que no queden remanentes del microorganismo. La decisión sobre si extinguir el virus definitivamente no es fácil.
Científica del CSIC. Bioquímica de Sistemas de la división bacteriana. Comunicadora científica, Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB - CSIC)
Jefe de la Sección de Medicina Interna y coordinador de la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital Universitario La Paz, Servicio Madrileño de Salud