Frente a la creciente intensidad de los huracanes como el Ida, necesitamos reducir las emisiones de efecto invernadero, desarrollar protocolos de actuación y rediseñar las ciudades.
Si bien el calentamiento global está aumentando la intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, otros factores como la pérdida de vidas y los daños económicos determinan cómo percibimos su gravedad.
Vista aérea de las supermanzanas de Barcelona.
David Alf/Shutterstock
Tanto el Plan de Reforma y Ensanche como las supermanzanas de Barcelona se enfrentaron y se enfrentan a detractores, pero sus beneficios para la salud urbana han sido evidentes.
La planta acuática ‘Persicaria amphibia’ vive en charcas y corrientes de agua estancadas.
Jorge García Girón
A pesar de ser una gran desconocida, la flora acuática supone casi el 5% del total de las especies vegetales en España. Ejerce funciones imprescindibles para los ecosistemas.
La educación es un elemento clave para afrontar el cambio climático, por eso es necesario que se incluya esta materia en los grados universitarios para concienciar de forma directa a los jóvenes.
Un tren de alta velocidad a su paso por el viaducto de Roden (Zaragoza).
Shutterstock / pedrosala
David Hoyos, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Andoni Kortazar, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, and Gorka Bueno Mendieta, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Si bien el tren emite menos gases de efecto que otros medios de transporte, el balance medioambiental neto del conjunto de la red española de alta velocidad es, sin ser perjudicial, considerablemente pobre.
Incendio en Ourense (Galicia) el 17 de agosto de 2021.
Antonio Galvez Lopez/Shutterstock
Deberíamos considerar los desastres como procesos históricos y responsabilizarnos como sociedad de nuestro papel en las catástrofes pasadas, presentes y futuras.
El concepto de cambio climático se ha convertido en una especie de convención mediática que simplifica y enmascara los diferentes elementos que constituyen un complejo proceso de deterioro ambiental.
Iniciativas como aumentar las zonas y cubiertas verdes y construir drenajes urbanos, además de las medidas para reducir el transporte individual, contribuyen a hacer las ciudades más resilientes.
Juli G. Pausas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Las igniciones y la continuidad de la vegetación ocasionada por el abandono rural son dos factores relacionados con la actividad humana fundamentales para que se produzcan los fuegos.
Apostar por la reutilización, reducción y reciclaje de residuos es clave para reducir el número de vertederos, que serán responsables del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2025.
Freeport, Bahamas, tras el paso de huracán Dorian en octubre de 2019.
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La única forma de reducir las emisiones drástica y rápidamente es disminuyendo el consumo de manera programada, con reconversiones profundas y diálogo social.
Escultura de Lorenzo Quinn en Venecia.
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El sexto informe del IPCC nos dice que el cambio ya es imparable, y muchas de sus consecuencias irreversibles. Lo que nos queda por saber es qué niveles alcanzará. Y cómo responderemos como humanidad.
En el Parque Nacional del Valle de la Muerte de California, las temperaturas volvieron a alcanzar máximos históricos el 11 de julio de 2021, según las lecturas del Servicio Meteorológico Nacional en Furnace Creek.
AP Photo/John Locher
Con el calentamiento global, las temperaturas extremadamente altas serán más frecuentes e intensas, aumentando la gravedad de las olas de calor y el riesgo de incendios forestales.
En el mejor de los casos, incluso si consiguiésemos reducir lo suficiente y con rapidez las emisiones, se agudizarían los fenómenos extremos y las altas temperaturas tardarían siglos en volver a niveles anteriores.
Según el último informe del IPCC, no hemos conseguido frenar el aumento de la temperatura media de la Tierra, que continuará durante el próximo siglo. Sin embargo, todavía podemos evitar que vaya a más.
Glaciar Nioghalvfjerdsbrae, en Groenlandia.
Pablo Lodeiro
Al derretirse, las grandes lenguas heladas del planeta liberan al océano nutrientes como el hierro. Si permanecen en sus formas disponibles, servirían para alimentar al fitoplancton, fijador de CO₂.
Investigador Científico. Grupo de investigación 'Ciencia, vida y sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor vinculado "ad honorem". Grupo de investigación 'Ciencia, Vida y Sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Codirector de la Unidad de Referencia de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano. Profesor de Investigación. ISCIII, Instituto de Salud Carlos III