Las reacciones alérgicas son respuestas desproporcionadas del sistema inmune, cuyo correcto funcionamiento puede depender de una microbiota sana y equilibrada.
Marc Llirós Dupré, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Según un reciente estudio, la comunidad microbiana que habita el esperma humano podría estar detrás de los crecientes problemas de fecundidad masculina.
Múltiples estudios vinculan la mala alimentación, y la consiguiente alteración del equilibrio de nuestras bacterias intestinales, con el aumento actual de la ansiedad y la depresión.
Conocer la disbiosis presente en el intestino de las personas con estreñimiento funcional abre nuevas vías de tratamiento mediante la modulación de la microbiota.
La idea imperante es que la evolución es una lucha de todos contra todos. Pero, en realidad, cada organismo es al mismo tiempo una comunidad de seres vivos donde prima la cooperación. La microbiota humana es un buen ejemplo de ello.
La comunidad de microorganismos que habita el sistema digestivo es única en cada persona, y puede dar información sobre nuestra salud, estado de ánimo, dieta, etc.
Recientes hallazgos revelan que la presencia o ausencia de determinadas bacterias de la microbiota influyen en los síntomas que sufren los niños con TEA. Esto podría abrir la puerta al uso de prebióticos y probióticos con fines terapéuticos.
El galardón ha recaído en los microbiólogos Jeffrey I. Gordon y Peter Greenberg, y la bioquímica Bonnie L. Bassler, pioneros en el estudio de la microbiota y la comunicación entre bacterias.
Menos estudiada y abundante que otras microbiotas de nuestro cuerpo, la comunidad de bacterias que habita el tracto urinario influye decisivamente en la aparición de infecciones y ciertas enfermedades.
Es vital conocer a fondo cómo evolucionan las bacterias para evitar que desarrollen resistencias a los antibióticos, un problema sanitario de primera magnitud.
Nuestra microbiota repercute en procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria, en procesos emocionales como la gestión del estrés, o en nuestra conducta social.
Siobhan Glavey, RCSI University of Medicine and Health Sciences
Sabemos que para reducir el riesgo de contraer cáncer debemos dejar de fumar, mantenernos en forma, y dormir lo suficiente. Pero ¿y si gran parte de lo que causa el cáncer ya ocurrió en nuestros primeros años de vida?
Se llaman psicobióticos a los microorganismos que, tras ingerirlos en cantidades adecuadas, pueden ejercer un efecto beneficioso en nuestra salud mental. No obstante, aún hay mucho que averiguar sobre sus verdaderos efectos.
Hoy es el Día Mundial del Microbioma, fecha con la que la comunidad científica pretende concienciar sobre el papel de los microorganismos en la salud, tanto de las personas como de todo el planeta.
Los IG Nobeles pueden sonar a chufla, pero premian investigaciones innovadoras que “primero te hacen reír, y luego pensar”. Un equipo español ha ganado en la última edición por sus trabajos con el chicle.
Por asombroso que resulte, la elevada riqueza de nuestra flora intestinal se asocia a niveles bajos de soledad, a mayor sabiduría y a una tendencia acentuada a aprovechar el apoyo social disponible.
Hasta hace poco, se asumía que el útero humano era un medio estéril pero ahora se han identificado más de 5.300 microorganismos distintos (virus, bacterias y hongos, entre otros) que habitan en el.
Doctor en Psicología Clínica. Director del Máster en Gerontología y Atención Centrada en la Persona (Universidad Internacional de Valencia), Universidad Internacional de Valencia
Profesora del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular e investigadora del Instituto Biofisika (CSIC, UPV/EHU), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea