La violencia económica contra la mujer incluye actos como prohibir o impedir que esta consiga una fuente de recursos propia o no proveer de recursos económicos para los gastos básicos del hogar. Aún no está tipificada en el Código Penal.
Las prisiones tienen género. Tradicionalmente, el sistema penitenciario se ha configurado por y para los hombres, siendo las mujeres una población penitenciaria más invisible y más vulnerable. Sin embargo, los tiempos están cambiando: es el momento de la incorporación de la perspectiva de género en el ámbito penitenciario.
Es fundamental garantizar los derechos de las víctimas, a ser creídas en sus relatos del horror y a la reparación, asegurando no causar más dolor evitando la violencia institucional y la revictimización.
La violencia contra las mujeres no se reduce a la violencia física. Si hacemos un recorrido por las distintas formas de violencia que se ejerce en el mundo contra las mujeres el resultado es escalofriante. En la educación está una de las soluciones.
Las primeras experiencias de pareja y sexuales son las que definen los patrones de comportamiento en la edad adulta. Por eso es tan importante conocer las claves para educar a los jóvenes en relaciones sanas desde el primer amor.
La violencia psicológica deja una huella más profunda en las mujeres que en los hombres debido a que tenemos modelos educativos y sociales basados en estereotipos machistas. Es más fácil recuperarse del maltrato físico que de la violencia psicológica. En el caso de las menores, la recuperación es aún más compleja.
Las violencias digitales suponen una extensión de la violencia machista del mundo ‘offline’. Tiene muchas formas, todas denigrantes, especialmente para las adolescentes.
Es una de las formas más extremas y brutales que adopta la violencia de género y muy pocas veces se denuncia. La mujer es víctima indirecta del maltrato, las agresiones e incluso el asesinato de sus propios hijos,
Las nuevas generaciones tienden a seguir reproduciendo los viejos patrones machistas a pesar de que la acción legislativa se ha endurecido contra la violencia hacia las mujeres.
Un estudio internacional auspiciado por la UNESCO acaba de revelar que tres de cada cuatro mujeres periodistas han sufrido acoso en el entorno digital por su trabajo y en un 20% de casos ese hostigamiento se ha traducido en violencia física.
Un estudio desde la perspectiva económica ayuda a poner de manifiesto la gravedad del problema y a comprender que trasciende el ámbito de lo privado para convertirse en un problema de todos.
Aunque la ley prevé una formación especializada de todos los agentes del ámbito judicial en relación con la violencia de género, la práctica confirma que no es suficiente o, al menos, no es la adecuada.
La violencia contra las mujeres es la consecuencia más horrorosa de la desigualdad de géneros. Solo eliminando esta última se conseguirá aniquilar de raíz la primera.
Profesora Titular de Universidad en Psicología Social. Desarrollo positivo adolescente desde una perspectiva de género. Empleabilidad, Emprendimiento, Prácticas., Universidad Pablo de Olavide
Profesor Titular de Universidad. Investigador del Instituto Universitario para el Análisis Económico y Social (IAES) y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa. Decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Empresariales y Turismo, Universidad de Alcalá
Doctora en Economía. Profesora Titular de Economía Aplicada y subdirectora del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa, Universidad de Alcalá
Doctora en Economía. Profesora Titular de Economía Aplicada. Directora de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa UAH - Santander. Investigadora del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social, Universidad de Alcalá