Con las reformas laborales adoptadas por los países del sur de Europa durante la gran recesión se alteraron las relaciones de poder en la negociación colectiva.
La inteligencia artificial ha permitido determinar que, a partir de 2015, las cláusulas hipotecarias abusivas, las ocupaciones y los desahucios condicionaron la legislación sobre vivienda en España.
¿Nos enfrentamos a un escenario peor al de hace tres lustros? ¿Están las economías mejor preparadas? ¿Las familias se enfrentan a los mismos riesgos de entonces?
En 2019 se afianzaba la recuperación económica tras la gran recesión. Con la pandemia y el confinamiento el crecimiento se detuvo. Ahora, factores geoestratégicos y económicos propician un nuevo ciclo de crisis económica.
La subida de tipos marcada por el Banco Central Europeo ha encarecido el mercado hipotecario y pone en riesgo a muchas familias con hipotecas. No obstante, parece que esta vez habrá medidas de contención para protegerles.
El autor ha encontrado una relación negativa entre matrimonio y precios de la vivienda en España (1998-2015): cuando subieron hubo menos matrimonios y cuando los precios cayeron se celebraron más enlaces.
Los informes de enero de 2022 de Oxfam, la Fundacion FOESSA y el Observatorio Social de La Caixa alertan sobre el peligro de fractura social. Pese a la recuperación, la desigualdad crece.
A pesar de la gravedad de los atentados del 11-S, sus consecuencias económicas no fueron tan intensas como las de la crisis de 2008-2009 o las de la pandemia.
En 2020, y a causa de la pandemia, la inestabilidad, el miedo, la pérdida de confianza y la incertidumbre trajeron la parálisis económica a nivel mundial. El reto está en recuperar lo perdido.
El nombramiento de Janet Yellen como Secretaria del Tesoro la colocará al mando de la economía estadounidense. Desde ese puesto deberá enfrentar la crisis provocada por la covid-19.
El estado de bienestar sigue siendo la única herramienta capaz de articular los ideales combinados de eficiencia productiva, igualdad de oportunidades y solidaridad colectiva.
Cuando apenas empezábamos a levantar cabeza tras la Gran Recesión, llegó el el SARS-CoV-2. Su impacto sobre la salud mental de la población podría ser importante.
En su acuerdo de diciembre de 2019, la coalición PSOE-Podemos se comprometió a derogar la reforma laboral del gobierno de Rajoy (2012). La pandemia ha alterado los tiempos pero la propuesta está en marcha.
En sus 15 años de gobierno, Angela Merkel ha mantenido una visión rígida y austera de la economía. A punto de dejar el cargo, se muestra partidaria de las ayudas a los países europeos más afectados por la COVID-19.
El globalizado capitalismo financiero no tiene un contrapeso político que mantenga el equilibrio. Se ha roto el binomio poder económico-capitalismo industrial/poder político-Estado.
A diferencia de 2008, las instituciones europeas ahora son conscientes de su papel y proponen programas sociales inéditos, planteando impuestos europeos, herramienta básica para la armonización fiscal.
En plena pandemia del coronavirus, el FMI acaba de publicar un informe demoledor sobre las previsiones económicas mundiales. Paradójicamente, parece que serán los países menos desarrollados los que logren recuperar antes la senda del crecimiento. La economía española resulta de las peor paradas.
Las medidas económicas tomadas por la crisis del COVID-19 traen de vuelta al keynesianismo, que parecía haber perdido vigencia. Ahora es reconocida su eficacia incluso por los neoconservadores.