El cine de terror y el cine fantástico siempre han estado ligados al momento histórico en el que se creaban. ¿Qué cuentan entonces las películas de miedo de la historia del siglo XX?
En estos momentos hay al menos 11 guerras declaradas en el mundo, sin contar otros conflictos armados latentes. ¿Significa que somos una especie especialmente violenta? Porque, al mismo tiempo que se producen auténticas atrocidades, también vemos constantemente muestras de solidaridad.
Cada año, aproximadamente un millón de personas fallece en el mundo por suicidio, lo cual supone aproximadamente una muerte cada 40 segundos. Los jóvenes que han sufrido abusos en la infancia y en la adolescencia tienen mayor riesgo de intento de suicidio.
La violencia psicológica deja una huella más profunda en las mujeres que en los hombres debido a que tenemos modelos educativos y sociales basados en estereotipos machistas. Es más fácil recuperarse del maltrato físico que de la violencia psicológica. En el caso de las menores, la recuperación es aún más compleja.
Las mujeres mayores víctimas de violencia machista recurren menos que las jóvenes a los servicios de ayuda y tienden a hablar menos del problema a su entorno. Pero las variables asociadas a su edad aumentan la vulnerabilidad de las víctimas.
Casi el 80 % de las mujeres con discapacidad son víctimas de violencia y presentan un riesgo cuatro veces mayor que el resto de las mujeres de sufrir violencia sexual.
Los menores bajo acogimiento residencial son un grupo de alto riesgo con relaciones sociales disfuncionales, entre ellas las de pareja. Tanto ellos como ellas pueden ser violentos, aunque las chicas son más victimizadas.
¿Cómo impacta el discurso del odio en la red en la vida de los jóvenes? Cada vez lo asumen más y ven Internet como una “ciudad sin ley” ingobernable que hay que atravesar para poder disfrutar de las ventajas que les ofrece el entorno virtual.
La paz requiere de esfuerzo y dedicación puesto que la violencia es el instrumento ideal para dominar y oprimir. La agresividad está dentro de la naturaleza humana, pero la violencia se aprende. El camino para erradicarla de nuestras sociedades pasa necesariamente por una transformación estructural y cultural.
La Ley Orgánica de Protección a la Infancia y a la Adolescencia frente a la violencia establece la necesidad de que los clubes deportivos tengan un delegado/a de protección a la infancia y lleven a cabo una política de protección.
La modalidad de violencia surgida por el uso de las tecnologías, internet y las redes sociales, denominada violencia digital, no aparece regulada como tal en el Código Penal. Reprimirla a veces resulta complejo.
La neurociencia puede aportar mucho al sistema de justicia, pero le haremos un flaco favor si malinterpretamos sus hallazgos y adoptamos visiones que ignoran el contexto en el que el cerebro se enmarca: cuerpo, ambiente y relaciones personales.
La autora analiza el libro “Tráfico de armas y violencia: De la red global al reto de seguridad local”, imprescindible para quienes piensan las políticas públicas latinoamericanas. El libro recomienda, entre otras medidas, presionar al principal productor, Estados Unidos, para que regule mejor su industria de armas.
El lema “vive rápido y muere joven” es una máxima compartida por sicarios mexicanos y yihadistas en Europa. El antropólogo y fotoperiodista holandés Teun Voeten lleva años estudiando las raíces de una violencia que cruza fronteras, credos y culturas. En este artículo se explican sus conclusiones.
Durante las tres últimas décadas se han multiplicado las investigaciones neuroanatómicas y neuroquímicas que han tratado de dar luz al conocimiento de las bases biológicas de la agresividad.
La música y su efecto sobre nuestras emociones a veces hace que no se preste atención a lo que nuestro cerebro está procesando. Los mensajes de muchos de los videclips más comerciales influyen en nuestra forma de pensar y retratan a la mujer de una manera vulgar.
Solo en enero de 2021 se han registrado 45 asesinatos en Colombia. La inacción gubernamental perpetúa la violencia encarnizada e impide que se cumpla el acuerdo de paz alcanzado en 2016.
Los abortos, los partos no naturales o la psicomatización de la mujer son solo algunas de las posibles consecuencias de la violencia de género durante el embarazo. La sensibilización de la población es fundamental para acabar con este tipo de situaciones.
La violencia obstétrica es una de las situaciones a las que se puede enfrentar una mujer que va a dar a luz. Para evitarla, es importante su acceso a información de calidad sobre el parto y la sensibilización de los profesionales sanitarios.
Profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea