Los cambios de hábitos alimentarios durante la primera ola de la pandemia no trajeron mejoras nutricionales en nuestra dieta, a pesar de que aumentó el valor energético de las compras.
La respuesta es simple: no lo sabemos. Estamos en una carrera de velocidad entre la vacunación y un posible repunte. Y el resultado es incierto. Ahora el mayor riesgo es que los mayores contagien a los jóvenes.
Cuando se declaró el estado de alarma por la covid-19, una de las principales preocupaciones de las familias fue llenar despensas y neveras para evitar el desabastecimiento doméstico. ¿Qué compramos?
Lo que ha ocurrido en España durante el verano de 2020 ha sido un gran fracaso colectivo. Estamos a tiempo de corregir el rumbo y volver a aplanar la curva, sin incurrir en costes inasumibles en términos económicos y sociales. De todos depende muy especialmente de quienes tiene la responsabilidad política.
La pandemia arrecia en la región de Latinoamérica y Caribe, además de en Estados Unidos. Por si fuera poco, todos miramos con enorme desasosiego la gran incógnita africana. ¿Lo peor está por venir?
¿Cómo vivirán los jóvenes el regreso a la normalidad? Dependerá de elementos como su necesidad de afiliación, su oposición a las limitaciones impuestas desde fuera y el rechazo a la pérdida.
Antes de instalar una piscina portátil, conviene tener en cuenta las características del edificio y tomar precauciones para evitar daños en la estructura y perjuicios para otros vecinos.
Para la mayoría salir supone una oportunidad que aprovechan tomando precauciones, sin ignorar ni los riesgos ni sus miedos, que les obligan a autoprotegerse. Pero también hay quien prefiere no saber.
¿Transmiten la COVID-19 los individuos asintomáticos? ¿Son superdispersores los individuos o los eventos? ¿Son infecciosas las personas que dan positivo tras ser dadas de alta? ¿Y los niños? Esto sabe hoy la ciencia.
Richard Clouet, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
La pandemia ha acelerado la transformación del mundo y ha colocado a todos los regímenes políticos en una situación crítica inesperada. La antropología nos da pautas para entender las diferentes actitudes culturales de cada sociedad frente a las medidas tomadas.
Con el confinamiento hemos echado de menos y apreciado más que nunca los espacios verdes en la ciudad. Es el momento de mejorar su accesibilidad e interconexión. Todos deberíamos vivir a en proximidad a un área verde.
El transporte público urbano se ha visto muy afectado por la pandemia: la caída de viajeros y el aumento de los costes variables (limpieza y desinfección) reducirán los ingresos de las empresas.
En tiempos difíciles, los inversores se aferran a los “valores refugio”, tradicionalmente oro y deuda pública alemana y estadounidense, que en las crisis mantienen su valor o incluso lo incrementan.
El plan de desescalada debería tomar más en cuenta el factor edad. La vuelta a las actividades productivas de la población de menor riesgo puede contribuir a la reactivación económica.
Los expertos en consumo prevén que, debido a la pandemia, los consumidores españoles reducirán la mayoría de sus gastos, manteniendo los de alimentación, entretenimiento y artículos de uso doméstico.
La situación causada por la pandemia nos puede llevar a decisiones nefastas, como medicalizar y psiquiatrizar los malestares psicológicos del confinamiento y de la desescalada de la cuarentena.
Catedrático de Genética. Responsable de la Unidad Mixta de Investigación "Infección y Salud Pública" FISABIO-Universitat de València I2SysBio. CIBER Epidemiología y Salud Publica, Fisabio
Profesor Titular del Departamento de Filología Moderna, Traducción e Interpretación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria