La película de Berlanga ‘Bienvenido Mister Marshall’ y las fotografías tomadas por aviones americanos entre 1956 y 1957 nos permiten apreciar los cambios ocurridos en el paisaje rural en España desde aquella época.
Las repoblaciones, cuando sean necesarias, deben realizarse con especies que puedan soportar el clima que viene y gestionarse correctamente para evitar que el bosque vuelva a arder.
Manuel Esteban Lucas-Borja, Universidad de Castilla-La Mancha; Ana Rincón Herranz, Instituto de Ciencias Agrarias (ICA - CSIC); Andrés Bravo-Oviedo, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC); Cristina Aponte, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC); Elsa Varela, Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña; Javier Madrigal Olmo, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC), and Leticia Pérez Izquierdo, BC3 - Basque Centre for Climate Change
Las claves para anticiparse a los efectos devastadores del fuego y aplicar las medidas de restauración de los ecosistemas quemados explicadas por expertos.
Una reciente investigación confirma que las inundaciones, el calor extremo y otros peligros climáticos aumentan el contacto entre humanos y agentes patógenos y afectan a la capacidad del organismo para combatir enfermedades.
Los vegetales que viven en zonas propensas a incendios son capaces de ‘aprender’ y desarrollar estrategias para crecer más rápido allí donde menos llega el fuego y dispersarse lo máximo posible.
Los fuegos se están produciendo fuera de estación, con gran intensidad y simultáneamente en países europeos como España, Portugal, Francia, Grecia, Croacia y Turquía.
La conflagración de grandes incendios forestales durante la primera ola de calor de 2022 en España ha puesto en evidencia la urgente necesidad de reorganizar el sistema de defensa y la gestión del territorio.
Es necesario promover medidas para evitar el fuego, cada vez más frecuente y difícil de apagar debido al cambio climático, basadas en la gestión del bosque y los cultivos para evitar el acúmulo de combustible.
En junio de 2017 se produjo el primer incendio de sexta generación de la península ibérica en Pedrogão Grande (Portugal): ¿hemos aprendido algo desde entonces?
El mundo es cada vez más cálido: la temperatura ya ha subido de media a nivel global 1,1 °C y seguirá aumentando mientras no cesen las emisiones de gases de efecto invernadero.
La zona reúne una serie de características que la hacen proclive al fuego, como la abrupta topografía del terreno, el régimen de vientos, el abandono de los pueblos y la escasa gestión forestal.
Comparar los fotogramas de distintos clásicos del wéstern de los 60 e imágenes actuales de los mismos escenarios permite apreciar el aumento de la vegetación y el bosque derivado del abandono del campo.
El 2021 ha estado marcado por un nuevo informe del IPCC que alerta del avance del calentamiento global y una COP26 de Glasgow que ha resultado en decisiones parciales.
Apostar por productos de proximidad y de agricultura y ganadería extensivas contribuye a fomentar el uso del monte y, por tanto, a evitar que se instaure una vegetación continua que favorece el fuego.
Deberíamos considerar los desastres como procesos históricos y responsabilizarnos como sociedad de nuestro papel en las catástrofes pasadas, presentes y futuras.
Los cortafuegos están diseñados para los incendios de los años 60 del siglo pasado. Los incendios de sexta generación, que generan verdaderas tormentas ígneas, han de ser abordados con otras técnicas.
Urge intervenir en el entorno natural para poner freno a los grandes fuegos que se multiplican exponencialmente por el planeta. Así lo expone la autora, especialista en gestión de los recursos naturales y miembro del Comité Español del Programa Hombre y Biosfera de la UNESCO.
Investigador Facultad de Derecho/Centro de Estudios Históricos, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Bernardo O'Higgins, Chile, Universidad Bernardo O´Higgins
Profesora Titular y miembro del grupo de investigación Ecología y Medio Ambiente y del Instituto de investigación IsFood, Universidad Pública de Navarra
Profesora de la Universitat Politècnica de Catalunya, investigadora del Centre d'Estudis del Risc Tecnològic y coordinadora del proyecto WUIVIEW, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech
Profesor en el Departamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal y Genética de la E.T.S.I. Agrónomos y de Montes de Albacete, Universidad de Castilla-La Mancha