Frente a la imposición de una visión dogmática e instrumental del concepto de libertad, tres argumentos cobran fuerza. La libertad es relativa, condicional y está constreñida por las desigualdades.
Los efectos negativos a largo plazo que el encarcelamiento de un progenitor tiene en sus hijos pueden paliarse con terapias familiares positivas que fomenten la comunicación y la parentalidad activa.
El 1% mundial superrico consume tanta energía como la que se necesita para la vida digna de 1.700 millones de personas. La desigualdad favorece el colapso mientras que el decrecimiento lo evita.
Se celebra el Día Mundial de la Justicia Social. Los indicadores que miden la prevención de la pobreza, el acceso a la salud o al mercado laboral muestran que España se encuentra en el puesto número 28, por debajo de la media. En primera posición está Islandia.
El valor del PIB como medidor de coyuntura es innegable. Pero los complejos cambios estructurales en la economía y la sociedad exigen indicadores que contemplen aspectos sociales y ambientales.
En la economía de rosquilla la circunferencia exterior marca los límites ecológicos del planeta y la interior los mínimos sociales deseables: fuera hay sobrecarga ecológica, dentro, pobreza. La rosquilla representa un entorno justo y seguro para la humanidad y el medioambiente.
Este 17 de octubre se ha celebrado el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Además de recordar la complejidad del problema, es importante la reflexión sobre la responsabilidad de cada persona en esta lucha.
El malestar social, tan presente en esta época, no dura ni crece demasiado si no es producto de una injusticia: desempleo, desigualdad, desprotección, precariedad, pobreza…
La economía ha cambiado y el sistema fiscal debe adaptarse y aplicar una presión fiscal que no desincentive la actividad económica y a la vez asegure los ingresos necesarios para mantener el estado del bienestar.
Nuestra mirada sobre la vejez forja nuestro modelo de sociedad. Venerar la senectud y sus enseñanzas nos hace más humanos. La pandemia y la escasez de ciertos recursos han revelado graves deficiencias
Una crisis como la actual no entiende de nacionalidades o patrimonios. Aunque ahora no sea momento para reivindicaciones sociales, sí puede servirnos para reflexionar sobre la desigualdad y el futuro.
Instaurado hace más de diez años, el Día Mundial de la Justicia Social, que se conmemora hoy, nos recuerda la necesidad de luchar contra las injusticias, incluso aunque sea con la disidencia.
Es en la escuela pública donde los niños y niñas de todos los niveles socioeducativos pueden ser atendidos y se pueden desarrollar con igualdad de oportunidades. La medida del “pin parental” supone una ruptura autoritaria con los valores democráticos.
Contra la idea de que el control policial y militar devolverá la paz a Chile, los firmantes remarcan que es la convivencia democrática la que minimiza la probabilidad del recurso de la violencia. Esa convivencia requiere de un nuevo pacto social que enfrente la desigualdad, la segregación y la falta de oportunidades.
Profesor vinculado "ad honorem". Grupo de investigación 'Ciencia, Vida y Sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid