El acceso a una edad inadecuada y el consumo abusivo de contenidos adultos pueden generar diversos problemas, desde ansiedad o depresión a dificultades en las relaciones sexuales presentes y futuras.
Consumir pornografía a una edad temprana o sin la información suficiente puede llevar a creencias erróneas que merman el desarrollo de una vida sexual plena.
El sexo no tiene fecha de caducidad. Diversos hábitos y tratamientos eficaces pueden ayudar a que las mujeres vivan en plenitud el proceso natural de la menopausia.
El éxtasis sensorial que caracteriza al orgasmo implica a una serie de zonas cerebrales que se activan o desactivan como si fueran los instrumentos de una orquesta.
La actividad sexual frecuente promueve la salud cardiovascular, potencia las defensas frente a virus y bacterias, amortigua el estrés y reduce el insomnio, entre otros beneficios.
La hipersexualidad es una de las consecuencias más frecuentes y menos difundidas de las agresiones sexuales. Además, las personas afectadas por este comportamiento lo viven con un sentimiento de culpa e incomprensión.
La incidencia de ITS (síflis, gonorrea, infección por ‘Chlamydia trachomatis’…) se ha disparado entre los jóvenes de 15 a 24 años. Pese a toda la información que tienen a su alcance, se constatan preocupantes lagunas en su educación sexual.
Los vídeos musicales son muchas veces espejo de actitudes de cosificación sexual hacia las mujeres, independientemente del protagonismo que ellas tengan como creadoras.
Generalmente, esta disfunción se produce en la población joven o de mediana edad debido a la ansiedad y otros problemas psicológicos. Existen terapias en pareja que garantizan un alto porcentaje de éxito.
Mientras en los dos últimos años muchas personas han visto cómo su vida sexual se deterioraba, también son muchas las que aseguran que sus relaciones íntimas han mejorado considerablemente como consecuencia de la pandemia.
A pesar de las múltiples referencias que se han hecho a lo largo de los siglos XX y XXI al psicoanálisis y a Freud, muchas veces sus teorías se entienden, o explican, de forma equivocada.
Durante la niñez surgen las primeras dudas sobre sexualidad. Ante tales preguntas, los jóvenes buscarán respuestas. ¿Quién debe dárselas: la escuela o la familia?
Los músculos del suelo pélvico son responsables directos de la cantidad e intensidad de sensaciones que siente una mujer durante las relaciones sexuales y de la intensidad del agarre o presión que siente su pareja durante la penetración.
Las leyes educativas deben incluir contenidos que favorezcan la formación en una sexualidad plena y saludable, basada en la evidencia científica, y que posibilite el desarrollo de personas seguras.
Chocolate, ostras o fresas son algunos de los llamados “alimentos afrodisíacos”. Sin embargo, ningún artículo de investigación demuestra que efectivamente estimulen nuestra capacidad y deseo sexuales.
La risa ha sido durante mucho tiempo una prerrogativa masculina. Sin embargo, en la antigüedad, algunos mitos mencionan a diosas que utilizaban la obscenidad para entretener al público.
Profesora Titular de Universidad en el Departamento de Psicología Clínica y Experimental. Área de conocimiento Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos, Universidad de Huelva
Catedrático de Obstetricia y Ginecologia. Director del Departamento de Cirugía y EMQ. Director del master de Sexología Clínica, Universitat de Barcelona